Code Fenix The Final Chapter

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Code Fenix The Final Chapter

Prólogo: Nueve Meses Después

Han pasado unos meses desde el final de Enid Corp. Todo lo que construimos y destruimos dentro de esas paredes se desmoronó tras la muerte de Enid. La empresa quedó sin un líder, sin un rumbo, y se desintegró en un abrir y cerrar de ojos. Los inversionistas se retiraron, los científicos abandonaron sus laboratorios, y las instalaciones se convirtieron en ruinas vacías, llenas de secretos que nadie volvería a desenterrar.

Enid Corp. dejó de existir, y con ella, muchas de las guerras en las sombras también. Aún hay algunas facciones, claro, pero ninguna tiene el poder que Enid alguna vez tuvo. Joe, siendo policía, utilizó sus conexiones y recursos para asegurarse de que Selene y yo podamos vivir en paz, lejos del caos que siempre nos perseguía. Él lo arregló todo. Nunca lo admitiría, pero creo que nos considera su familia. Quizás, después de todo, haya encontrado su propósito en todo esto.

Ahora, Selene y yo compartimos un pequeño apartamento de dos ambientes en Múnich. Es un cambio radical de vida, casi irónico, considerando de dónde venimos. La mayoría de las veces, el lugar es silencioso, excepto por el leve zumbido del tráfico que se escucha desde el otro lado de la ventana. Es un silencio que a veces me resulta inquietante, pero que Selene parece apreciar.

Nos hemos acostumbrado a esta vida de rutina. Despertar, hacer café, leer un libro o pasear por la ciudad. Solíamos hablar sobre nuestras viejas vidas, pero cada vez lo hacemos menos. Ahora hablamos del presente: de las calles empedradas de Múnich, de los cafés locales, de la gente que nos rodea. Intento mantener las cosas normales, tanto como puedo. Selene todavía me pregunta a veces si todo esto es real, si verdaderamente podemos tener una vida lejos de la guerra, de los gritos, y de la sangre. Y siempre le digo que sí, aunque no estoy del todo seguro de creerlo yo mismo.

El apartamento es pequeño pero acogedor. Un sofá algo gastado frente a una televisión de segunda mano, una cocina lo suficientemente grande para que Selene prepare sus recetas, y una habitación que compartimos, dividida en dos camas individuales. Selene ha llenado el lugar de plantas y libros, mientras que yo... bueno, trato de no romper nada. Es una paz extraña, y sé que es temporal. Para gente como nosotros, siempre lo es. Pero por ahora, esta es la única vida que conozco.

Y entonces, un día, cuando todo parecía más o menos bajo control, un rumor empezó a correr. Algo sobre un nuevo suero, algo que se filtró de los laboratorios de Enid Corp. antes de que la empresa cayera. La etiqueta decía: Dosis Híbrido. Y donde sea que esté Marcus, estoy seguro de que está involucrado.

Lo sabía, esta paz nunca iba a durar.

Miren, nunca fui de hablarle a nadie que no estuviera justo frente a mí. Nunca fui de abrirme, supongo. Pero ahora, sentado en esta cocina mal iluminada, mirando una taza de café frío que olvidé terminar, siento que hablar con alguien —con ustedes— es lo único que me queda.

Trato de encender un cigarro. Uno de esos baratos que compré en una tienda de mala muerte a la vuelta de la esquina. No es que me guste, para nada. En realidad, odio fumar. Me raspa la garganta y, cada vez que doy una calada, mis pulmones escupen el humo como si fuera veneno. Termino tosiendo como un maldito novato. Siempre me digo que es la última vez, que no volveré a intentarlo. Pero lo hago. Supongo que es solo otra manera de castigarme.

Comencé a toser por primera vez hace unas semanas. Selene se estaba riendo de algo, alguna tontería en la televisión, y yo pensé, "¿por qué no? Vamos a probar cómo se siente". Me quemó, me hizo sentir miserable, y por alguna razón, eso me hizo sentir... normal. Quizás se deba a todo lo que he visto, a todo lo que he perdido. O tal vez estoy intentando sabotear esta tranquilidad que siento que no merezco. No lo sé.

Code Fenix collectionWhere stories live. Discover now