My hero academia x T/N ☆

Clase 1A!

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"10 minutos en el paraíso"

Narra: Omnisciente

Pase ambas manos por mi húmedo cabello y mire a un costado de mi habitación, específicamente al sillón, en el se posaba mi pijama un sencillo conjunto rosa pastel que no hace mucho había pedido en línea. Recién había salido de la ducha, cuando terminé de cepillar mi cabello retiré la toalla que cubría mi cuerpo y me vestí.

Escuche mi celular vibrar en la cama, lo tome y mire la pantalla encenderse "3 llamadas perdidas de Mina" sin darme tiempo de devolverle la llamada ya estaba recibiendo otra suya —"Alo?"— Pregunte.

—JODER TÍAAA, hasta que atiendes el celular— Grito desde la otra línea.

—Estaba en un asunto importante, desde cuando eres Española Mina?— pregunté soltando una leve risita al escucharla hablar.

—Eso no importa gilip0llas! Ven ahora mismo a mi habitación YA, YA, ES URGENTE!!!!— y colgó, fruncí el ceño en señal de confusión y molestia, ni siquiera pude preguntar, pero quien era yo para negarme a las peticiones de mi mejor amiga.

Con cautela salí de mi habitación, únicamente en calcetines y de puntillas, aún que no tuviese nada de malo, me daba un poco de vergüenza que mis compañeros me mirasen en pijama así que intenté hacer el menor ruido posible para poder llegar donde Mina, antes de abrir la puerta de su cuarto escuché unos murmullos provenientes de este, pero no logré distinguir la voz, la puerta de su habitación se abrió y Mina me jaló rápidamente del brazo haciéndome entrar al instante, allí dentro se encontraban casi todos mis compañeros a excepción de Koda, Sato, Shoji y Mineta, mis mejillas se difuminaron con un ligero color carmesí, producto de todas las miradas que se posaban en mi al haber llegado, no pude evitarlo, como mencioné antes me resulta un poco incómodo que me miren en pijama, desvié la mirada avergonzada —hola...— saludé tímida entre dientes.

—Hola T/n-chan!— escuché responder a varios.

Unos gruñidos malhumorados despertaron la curiosidad en mi mirada y con los ojos busqué al dueño, Katsuki Bakugō, en la esquina de la habitación, amarrado de manos y pies con una cuerda y su boca sellada por una cinta, gracias a esta eran los gruñidos que anteriormente había escuchado, notó que lo estaba mirando y no puede evitar reír por la escena, lo admito solté una enfermiza carcajada que contagió al resto, eso lo enfureció a un más y comenzó a intentar insultarme, pero claro, nada de lo que intentaba decirme era descifrable.

—Merecen ser castigados sucios traidores!, voy a reportarlos A TODOS— una pequeña voz chillona hablo detrás de mí, me aparte de la puerta para abrir paso, Mineta, con un aura maligna y completamente dolida —Como pueden excluir tan cínicamente a su pobre compañero, todos se reunieron y no me invitaron!— reprochó con clara indignación.