UNO

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¡Hola! Sé que tal vez nunca leerás esto porque no creo tener el valor suficiente para darte esto, pero aun así lo escribo...

Cam, desde que apareciste en mi vida, no haces más que poner mi mundo de cabeza. Desde niños siento algo por ti, ¿sabes? Tal vez suene tonto o sin sentido, pero es verdad; cada que te veía, era como si todo lo demás desapareciera, sólo contaba el tiempo para verte otra vez y hacer lo que en esos años hacíamos: jugar. Cuando dejamos de vernos, creí que te había superado, pero llegó ese verano de 2011, cuando trabajabas en Wal-Mart, te ví ahí y sabía que te conocía de algún lugar, era imposible olvidar tus ojos, y cuando mi madre te dijo "Me saludas a Marisol", entonces todo tuvo sentido...Eras aquel niño que fue algo así como mi primer amor.

Todo el tiempo quería ir a Wal-Mart sólo para verte y un día, cuando el verano terminó, nuestras madres se encontraron y no falto el "Paula, que grande estas" por parte de tu mamá, sacaron platica y resultó ser que los dos estábamos en la misma secundaria aunque en distinto turno. Por esas fechas, yo siempre tenía la última hora libre y descubrí que siempre llegabas mucho antes de tu hora de entrada, así que me iba al puente a mirarte desde lejos; pasó el tiempo y cuando por fin tuve un profesor para esa hora, mi rutina cambió y sólo te veía unos cuantos segundos mientras yo salía de la secundaria. Cuando empezaron los preparativos para mis XVs, hice mi lista de chambelanes y se la mostré a mi mamá, que me dijo que si me acordaba de ti, a lo que respondí que sí y me dijo que por qué no le decía ella a tu mamá que fueras mi chambelán, me pareció buena idea, aunque tomando en cuenta todos los años sin vernos nunca creí que aceptarías, pero lo hiciste y aún no sé porque.

Pasaron los meses y la fecha de los ensayos se acercaba, verano, Agosto de 2012, el primer día de ensayo. Recuerdo que estaba muy nerviosa, pensando en cómo sería tu voz, que tan alto serias realmente, de que podría hablar contigo...Y entonces llegaste, mi mundo se detuvo en ese momento y un millón de mariposas se sintieron en mi estómago, entonces lo supe, realmente nunca te superé. Cuando preguntaron quién sería mi chambelán de honor, realmente no sabía que decir, aunque sabía que quería que fueras tú, les dije a las "damas" que ellas lo eligieran y te eligieron a ti, mi corazón solo comenzó a latir muy fuerte.

Recuerdo también lo tímidos que éramos al principio, y cuando la profe Jesy dijo que teníamos que vernos a los ojos durante el vals, me entraron los nervios en ese momento porque nunca pude ver a los ojos a las personas por más de tres segundos y cuando te lo dije, resulto ser que a ti te pasaba exactamente igual; y juntos lo logramos, pudimos vernos a los ojos por más de 5 segundos sin despegar nuestras miradas.

También estuvo ese día en el que las mujeres llegamos una hora antes para ensayar el baile sorpresa y tú llegaste temprano, demasiado temprano en realidad, y había habido junta en el sindicato, por lo que estaba la mesa con café y galletas. Poco a poco te fuiste acercando a la cafetera, y yo solo te observaba mientras bailaba y trataba de contener la risa; cuando comprobaste que dicha cafetera tenia café, volteaste hacia nosotras para ver si no nos habíamos dado cuenta y fue ahí donde nuestras miradas se cruzaron y sonreímos mientras yo negaba con la cabeza. Y luego paso exactamente lo mismo con las galletas...

El día de la fiesta, me acuerdo cuando nos apartamos de los demás y nos fuimos a platicar a la cocina, solos, la verdad disfruté de ese momento. Después, me sorprendí bastante cuando me sacaste a bailar, ya que habias dicho que solo bailarías el vals y no más. Yo, sinceramente había odiado la idea del norteño, pero al final lo terminé agradeciendo más de lo que nunca imaginé.

Bailábamos el caballo dorado y ya casi daban las 12, yo estaba pendiente de la hora para ser la primera en felicitarte, y así fue; ¡LA PRIMERA! Después, a la hora que tuviste que irte, me puse un poco triste porque en el fondo sabía que ya nada sería igual. No había pasado ni una semana de la fiesta, y ya te echaba de menos, supongo que me acostumbré a verte casi todos los días. ¡Hasta hice una lista de cosas que extrañaba de ti! Suena exagerado, pero es verdad; aunque te veía, sólo era "Hola" y "Adiós". El ciclo escolar terminó y entonces yo entré a la prepa, comenzamos a vernos un poco más seguido pero aún así, no era suficiente para mí. Cuando me saludabas, mi corazón se aceleraba tanto, que sentía que se saldría de mi pecho y mis piernas, se sentían como gelatina...

Y luego, luego llego Andrew, con su "Tienes cara de que no disfrutas tu vida" y mis sentimientos comenzaron a tomar una nueva dirección (¡Ha! One Direction), pero siempre seguías ahí. En ese entonces, Octubre de 2013, ya no nos veíamos tanto y cuando Andrew y yo nos hicimos novios, ya no pensaba todo el tiempo en tí, pero de una forma u otra, siempre estabas ahí.

El semestre terminó, dando paso a las vacaciones y al inicio de los Anónimos en Ask; las vacaciones terminaron y empezó el nuevo semestre, te cambiaste de turno y en cuanto te ví, volvieron esas estúpidas mariposas, aunque ya no fui la gelatina de antes cuando te saludé... Escribo todo esto y es 26/02/2014, hay veces en las que en realidad siento que me estas mirando, aunque no estoy segura si solo son imaginaciones mías, gracias a esos anónimos, nos estamos distanciando cada vez más y más, pero no es algo que yo quiera; quiero que seas parte de mi vida, que estés ahí para mi así como yo estaré para ti. Con tu cambio de turno, las personas a mi alrededor comenzaron a recordarme como cada día te mencionaba y como mis ojos adquirían ese "brillo especial" cuando ves a quien "te trae de un ala", ¡hasta mi madre!

Ahora, ya no sé ni que pensar con respecto a ti, me confundes demasiado, un día me saludas y al otro no, aunque ya me hayas visto. Un día hablamos bien por Facebook y luego no. Me confundes Cam, y mucho; sé que quiero a Andrew, y lo quiero demasiado, pero ¿alguna vez has pensado que puedes querer a dos personas al mismo tiempo? Pues creo que es lo que me pasa contigo; Te quiero, y mucho...

Pero aun así, creo que jamás tendré el valor suficiente para admitirlo frente a ti o frente a los demás, en fin...

Siempre aquí para ti, la pequeña e inmadura:

Paula.xx:)

Cartas para Él...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora