Parte 2: Escribiendo y divagando

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Estoy en mi computadora escribiendo esto, escuchando música instrumental, en vez de estudiar o de ser productivo, como si escribir esto en algún momento consiga darme algún tipo de redito económico.

 !Que loco¡ como escribo como si alguien del otro lado aparte de mi hermana lo fuera a leer. Lo más gracioso, es que ni siquiera le conté a mi hermana de la nueva cuenta, así que seguramente esto es más como un diario intimo abierto a un publico que no existe jajajajja.

Seguramente en algún momento podre escribir algo que valga la pena. Un escrito que haga llorar al más insensible y reír al más amargado. Aunque en esta sociedad actual, son cada vez menos las personas que leen. Y aun menos, las que lo hacen porque aman hacerlo.

Todos los días veo como los niños del lugar donde trabajo -porque aunque no lo parezca soy medico y trabajo en un hospital de niños, aun que me faltan un par de años para ser pediatra- como los niños pierden su futuro mirando tan atentos la pantalla del teléfono. Como la vaca lola cantada hasta en mandarín baila, mientras ellos ríen. Perdiendo al mismo tiempo la poca atención y el desarrollo neurológico que poseen.

En esta sociedad, hay muy pocos que aman la lectura y el aprendizaje continuo. En mi caso yo lo amo, pero desgraciadamente fui victima de la caja negra sin emociones y llena de colores como lo es la televisión. Y recientemente se me confirmo el diagnostico de trastorno por déficit de atención (también llamado por hiper-actividad). Eso puede explicar porque me costaba tanto aprender como los otros chicos de mi escuela. O memorizar los músculos en mi clase de anatomía. 

 Lo que muchos podían estudiar y memorizar de pi a pa, y sacar dieces en los exámenes. Yo lo tenia casi que remasterizar, convertir en cualquier otra cosa hasta aprenderlo. Por eso tuve que rendir como tres veces los exámenes más difíciles de mi carrera, y salí con un promedio tan bajo de la facultad. Sin embargo, lo que aprendí con ello, me llevo a transformarme por completo.

Ahora que lo pienso, hay exámenes que no me acuerdo haber dado- carita de pensar- pero los di, porque sino no habría forma de estar donde estoy actualmente. Parece mentirá, la capacidad del cerebro humano para olvidar, como si esto no hubiera pasado nunca (me costo tres veces escribir este reglón por distraerme- personita que se golpea la cara con la mano). 

En Fin, ya conoces algo más de mi vida. Seguiré escribiendo, y quien sabe, tal vez en algún momento salga algo bueno. Eso o esclavizo a  100 monos que lo hagan por mí. Seguro que con la segunda opción sale más rápido. 

Que tu vida sea feliz.

Sin titulo escrito.Where stories live. Discover now