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Los días siguientes, Itachi y Naruto comenzaron a encontrarse más seguido en la biblioteca. Naruto parecía genuinamente interesado en aprender, y aunque seguía siendo un poco torpe, su entusiasmo era contagioso. Itachi, por su parte, se sentía cada vez más cómodo en su compañía.

-¿Por qué siempre vienes a la biblioteca? -preguntó Naruto un día, curioso.

-Me gusta la tranquilidad. Aquí puedo concentrarme y pensar -respondió el azabache.

-Yo prefiero los lugares con gente. Me encanta conocer nuevas personas y escuchar sus historias -dijo Naruto, sonriendo.

A pesar de sus diferencias, el azabache y el rubio encontraron puntos en común. Compartían una pasión por la literatura y las largas conversaciones sobre temas profundos. Cada vez que estaban juntos, Itachi sentía que su mundo se volvía un poco más brillante.

Contrastes del corazón (itanaru) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora