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Después de la fiesta, Itachi y Naruto caminaron juntos bajo la luz de la luna. Había una conexión palpable entre ellos, algo que ambos sentían pero no habían expresado aún.

-Ita, hay algo que quiero decirte -dijo el rubio, deteniéndose y mirándolo a los ojos.

-¿Qué es, Naruto? -preguntó el azabache, sintiendo su corazón acelerarse.

-Me gustas. Desde que te conocí, supe que eras especial. Me haces querer ser una mejor persona -confesó, con una sonrisa tímida.

El azabache sintió una oleada de emociones. Nunca había esperado que alguien como el rubio pudiera interesarse en él.

-Tú también me gustas, Naru... Eres todo lo que nunca supe que necesitaba -respondió, tomando su mano.

Durante la noche ninguno soltó su mano, no queriendo detener ese mágico momento.

Contrastes del corazón (itanaru) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora