2- ¿Solo yo?

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Intente hablar con el profesor Wylmak antes de regresar a casa, tenía algo de esperanza de que eliminará esa falta y lo dejara en un "que no vuelva a pasar" pero fui demasiado ingenua.

—Pudo haber esperado a que yo regresará, pero decidió tomar el camino fácil.

Mi intento término convirtiéndose en reclamos y en el aviso de una semana de castigos en detención, y la razón era la acusación de verme en un aula haciendo cosas indebidas con un Omega; al final no importaba, Wylmak era de los únicos profesores en los que podía confiar para guardar el secreto de estas cosas, pero el único que decidían ponerme un castigo por esos actos. Aunque cualquier cosa era mejor que la segura expulsión que ordenaría la directora.

—Su detención comienza mañana, y le recomiendo llegar temprano a mi clase, si entrar a extraordinarios, mi ayuda en estos temas se acabó.

Eso fue todo, habría sido mejor no abrir la boca y dejar que el castigo se retrasará lo máximo posible, pero al menos al llegar tenía a Leo en mi casa, esperando con obediencia.

De cualquier forma, estaba segura de que esos días en detención no la pasaría sola.

[...]

—¿Que mierda haces? — eran susurros que pretendían imitar un grito.

El aula estaba vacía, el resto de mis amigos estaba en cafetería y Renee había recordado que debía regresar unas cosas a biblioteca antes de la 12, así que decidí que nos desviaríamos un poco de su destino.

—Ese imbécil tiene todo separado, terminaré rápido — esa fue mi respuesta ante mi inspección en la mochila del nerd.

Renee estaba cuidando que nadie viniera, pero cuando aquel ensayo de literatura estuvo en mis manos, me di cuenta que Renee no era buena para estos trabajos.

—¿Que haces con la mochila Ray? — era Sam, no era mi amigo pero tampoco podía considerarlo lo contrario.

—Mi encendedor — dije después de dobles aquellas hojas con discreción y esconderlas en mi abrigo — a Joan se le hizo divertido meterlo aquí cuando Ray no miraba.

El me miro, no muy convencido, así que solo reí acercándome a su dirección.

—Pero, ey, me guardadas el secreto ¿verdad?, si Ray descubre que traigo un encendedor se pondrá pesado, y seguro solo será peor si sabe que esculque su mochila.

Y con eso, solo guíe a un dudoso San fuera del aula con Renee ya impaciente por ir a la biblioteca.

[...]

—N-No esta — dijo con preocupación, mal momento para ser el primero en la fila.

—¿Disculpe? —contesto el profesor mientras comenzaban los murmullos.

—Es que, estaba aquí — dijo de inmediato, sacando cada una de sus cosas y claro, el no reír me fue imposible, y según a lo esperado, claramente hubo una reacción -— Fuiste tú... ¡Maldita, fuiste tú!

—Señor Jones, es tan fácil como, ¿trae su tarea o no? — regaño mientras podía mirar a ese chiquillo cerrar sus manos en puños.

—Si, si lo traje — contesto — pero se que esa... Se que mi compañera lo tomó.

—¿Disculpa? — conteste — no es justo que quieras culparme de todos tus problemas.

—¿Entonces no tendrás problemas en que revise tu mochila? Incluso la de tus amigos.

—Haz lo que quieras, no es como si un trabajo que no hiciste mágicamente apareciera en mis manos — este se acercó molesto, pero antes de que siquiera pudiera hacer algo, un claro regaño se dirigió para el.

Los gritos comenzaron en su dirección, y por primera vez Ray se puso al tu por tu con uno de los profesores, cosa que no le término para nada bien.

—Usted, compartirá castigo con la señorita Elizabeth — parece que esa era la peor pesadilla para Ray, al menos fue lo que su cara demostró — veamos si por una vez es capaz de empatizar con sus compañeros y dejar de creerse el centro del universo.

—¡PERO ELLA LO TOMÓ!

Contra Tu VoluntadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora