Quackity se adaptó rápidamente a la vida en Karmaland. Era una presencia alegre y enérgica, siempre dispuesto a ayudar y participar en las actividades del pueblo. Rubius y él se hicieron buenos amigos, compartiendo risas y aventuras.
Ellos dos conectaron muy bien en tan solo una semana en esa semana Rubius se avía olvidado de pasar tiempo con Vegetta algo que no le gustaba al peli-negro ya que ahora no tenía al oso trabajando para el y tendría que hacerlo por su cuenta cada que quería ir a ver al oso este siempre estaba fuera con Quackity esto ya le empezaba a molesta.
Una mañana, Rubius se despertó temprano, decidido a mostrarle a Quackity una de sus actividades favoritas; Ir a minar, específicamente diamante, el oso era muy bueno en eso. Se dirigió a la habitación de Quackity y tocó la puerta suavemente.
─ ¡Quackity, despierta! Tenemos un día lleno de aventura ─dijo Rubius con entusiasmo.
Quackity, aún medio dormido, se levantó y abrió la puerta, frotándose los ojos.
─ ¿Qué hora es? ─preguntó bostezando.
─ Es temprano, pero vale la pena. Vamos, iremos a minar ─
Quackity miro el reloj que se encontraba puesto en la pared, marcaba exactamente las 9 de la mañana, era super temprano, bueno para el lo era. Por lo general se despertaba a medio día.
─ ¡Cabron son las putas nueve de la mañana! ─
─ Ya, ven vamos ─lo jaló hacia la cocina.
─ ¿Me hiciste de desayunar? ─dijo cuando ya estaban en la cocina, le llegaba un aroma delicioso. Ya tenía hambre.
─ Ci ─
Al terminar de desayunar ambos se cambiaron y alistaron todo para salir a minar, llevaban mochilas con comida y agua suficiente.
─ Ya me canse de caminar, cargame ─se quejo el pato.
─ Ya casi llegamos joder, deja de quejarte ─
Y así como lo dijo llegaron a la mina, iluninaron el lugar mientras avanza más grande se veía la cueva, prometía tener minerales y así fue picaron almenos 2 stacks de hierro, uno y medio de diamantes y 40 de oro. Bastante bien a decir verdad, se dirigieron a casa para repartirse y guardar los materiales ya era pasado de medio día, se dispusieron a ir al pueblo a comprar algo para comer, a ninguno de los dos les apetecia preparar algo de comer así que optaron por lo más fácil.
Al llegar al pueblo, vieron a Vegetta y Luzu discutiendo con un grupo de constructores. Parecía que había habido un accidente en una de las nuevas construcciones.
─ ¿Qué está pasando aquí? ─preguntó Rubius.
Vegetta se volvió hacia ellos, con una expresión preocupada.
─ Hubo un problema con la construcción de uno de los nuevos edificios. Parte de la estructura se derrumbó. Afortunadamente, nadie resultó herido, pero tenemos que solucionar esto antes de que cause más problemas. ─explicó.
Rubius y Quackity se ofrecieron a ayudar, uniendo fuerzas con el resto de los habitantes de Karmaland para reparar los daños. Rubius y Quackity se la pasaban bobeando más qué ayudar. Lógico juntas a los dos bobitos para que trabajen juntos
─ Aver, calvos, terminen el trabajo se la han pasado tonteando ─
─ Auron tiene razón, Rubius no eres un niñito para que estés con tus juegos ─le acompaño Vegetta.
Rubius solo renegó y se dispuso a trabajar con ayuda de él pato. Terminaron de ayudar a hacer de nuevo el edificio, los pueblerinos una ves más les agradecieron
Con esto hecho los héroes se fueron a sus casa, menos Vegetta, Rubius y Quackity este último se encontraba hablando con un pueblerino.
─ Rub, podemos hablar ─
─ Claro, dime ─le sonrió.
─ Bueno como ya casi no pasamos tiempo, me preguntaba si quisieras pasar mañana el día conmigo ─era verdad que ya no se veían a diario, podrían pasar todo el día juntos, como antes.
─ Ca-Claro, si ─se sonrojo al pensar que vegetta le extrañaba, el también lo extraña.
─ Te veo mañana en mi casa, Chiqui ─beso la mejilla del contrario y se alejo.
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⋆.˚ ᡣ𐭩 Cualquier falta de ortografía me lo pueden decir
Nos leemos luego, un beso!
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Corazón Roto || Rubckity
Romance─ Solo me utilizaste!! ─sus ojos se humedecieron. ─ Chiqui yo te amo ─beso al castaño en la frente. ─ Dejame ir si tanto me amas ─ ─ Para que te vayas con ese pato de mierda ─apretó los puños. ─ Por favor ─suplico. ...