Me gustaría dejar el pasado atrás, como debe de ser, sin embargo siempre hay algo que me ata a el y eres tú. Amaría dejar de escribir por sufrimiento, se ha vuelto una costumbre terrible esa de escribirte y nunca entregarte nada, de recordar aquellos hermosos días en los que te importaba mucho mi día e incluso hacías que un día malo se convirtiera en uno bueno. Detesto embriagarme con dolor por las noches de soledad, mis tertulias se han vuelto escasas, cada vez que intento olvidarte lo único que consigo es traer tu recuerdo de vuelta. Mis días se han vuelto oscuros y no tienes ni idea de lo mucho que te necesito, pero ¿quién ha dicho que en la vida el dolor es justo? Desearía volver a verte, estar frente a frente y poder decirte todo lo que he callado hacer el pequeño intento para que nunca más te vuelvas a ir. Para que esta vez te quedes a mi lado.