Capitulo 6

177 19 0
                                    

Bueno, ya es tarde... exactamente las 23.30... ya cenamos hace un buen rato, Kate se fue hace un momento... yo voy a entrar a bañarme antes de ir a dormir.
Estoy realmente cansada, fue un largo día, sólo quiero llegar a mi cama y ¡dormir!
Salgo de mi cuarto con mi bata en una mano y un envase de jabón líquido en la otra. Abro el grifo de agua caliente y lleno la bañera, le echo un chorro del jabón líquido y hago espuma... me meto a la bañera... el agua estaba riquísima. Apoyo mi cabeza en el borde, cierro los ojos y dejo que el aroma del jabón me relaje... en un momento me vienen de nuevo las imágenes de aquellos ojos que había soñado... todo era un tanto más claro, ya podía diferenciar más nítidamente el rostro del dueño de esa mirada tan profunda. Lo que vi, me dejó impactada... no era muy definido, pero aquel chico era... hermoso.
Tenía cara de ángel, sus ojos color turquesa resaltaban sobre un rostro perfecto, sin ninguna imperfección, su sonrisa era tan tierna y a la vez tan... sexy, sí, ésa es la palabra, su nariz... perfecta... me equivoqué... ni siquiera un ángel es tan bello como él.
¿De verdad existe una persona así? O ¿es sólo mi mente la que imagina un rostro tan perfecto? ¿Podré alguna vez cruzarme con él, sólo para saber que algo así puede ser real?
Muchas preguntas giraban en mi cabeza... pero ninguna respuesta.
De golpe, escucho ruidos en la puerta... las imágenes desaparecen dejándome igual o peor de cómo me dejaron esta mañana al despertar.

Brooke: ¡________(tn)!
Tu: Sí, Brooke ¿qué quieres?
Brooke: ¿Vas a salir enseguida? Yo también quiero bañarme...
Tu: Sí, ya salgo...

Salí de la bañera con todas esas dudas a cuestas, me puse mi bata blanca y salí del baño. Brooke estaba en la puerta, esperando a que saliera. Me dijo algo pero yo seguía en mi nube, no escuchaba a nada ni a nadie.
Entré a mi cuarto que está pegado al baño, me puse mi pijama y vi que en el balcón del vecino alguien enciende la luz, nuestras ventanas estaban demasiado cerca como para no darme cuenta.
La curiosidad me ganó...
Lentamente salí a mi balcón, para que sea quien sea la persona que estaba allí no se diera cuenta de mi presencia. La ventana estaba cubierta por unas cortinas moradas bastante transparentes. De repente se dibuja una silueta a través de ellas, definitivamente era un hombre, se estaba vistiendo... seguro era el vecino insoportable...
Por un momento dudé de seguir ahí, espiando, porque era eso lo que estaba haciendo, estaba espiando, estaba violando la privacidad de mi vecino... ¿Qué pasaría si se dan cuenta de lo que estoy haciendo? Me moriría de la vergüenza. "Mejor me voy", me dije y me dirigí hasta mi cama. Recosté mi cabeza sobre la almohada y en un momento escucho una voz... alguien cantaba y muy bien por cierto... la canción nunca la había escuchado...

"Eres mi amanecer, eres mi atardecer,..." ¡Qué letra más hermosa!
"...eres la estrella que guía la luz de mi vida al anochecer..." él seguía cantando...
"...Eres mi amanecer, eres mi anochecer,..." la música me hipnotizaba...
"...lo que yo un día quería lo tengo en mi vida,
hoy estas aquí junto a mi... ..." no podía dejar de escucharla...

Quise levantarme y volver al balcón para escuchar mejor, pero la melodía me tranquilizó, me llenó de paz y como si fuera una canción de cuna inmediatamente me quedé dormida...

¡¡¡TI TI TI TI!!! ¡¡¡TI TI TI TI!!
¡Ese despertador!
Lo apagué, lentamente abrí mi ojos, la habitación estaba iluminada por la luz del sol. Seguro era otro día hermoso de verano en California. Me senté en la cama, estiré mis músculos como cada mañana y me levanté. Me dirigí a la ventana que quedaba a unos cuantos pasos, me había olvidado de cerrarla, ¡Qué raro!... pero... ¡Claro! Me quedé dormida... sin querer lancé una mirada hacia la ventana de enfrente, sí, la del vecino... por su culpa me había quedado dormida. La brisa levantaba las cortinas de aquella ventana que dejaban ver que sobre la cama todavía alguien dormía, pero... ¿qué hora es? Miro mi reloj, las 8.30... aún es temprano...
Vuelvo a mirar hacia la casa de al lado, la persona que dormía supuse que era el mismo que el que había escuchado la noche anterior. No pude ver su rostro, estaba de espaldas, tapado hasta la cintura por unas sábanas azules. En un momento se da vuelta... "¡Por fin voy a ver su cara!" Dije... No, no la veré, se la tapó toda con la sábana.
Escucho que suena su despertador... ¡que tipo más sordo! ¿No lo podía poner más fuerte? Decido mejor prepararme para desayunar, no quería que se despierte y me viera ahí... no sabría qué decir.
Hago mi rutina diaria de higiene, me cambio de ropa y bajo a la cocina.
Mamá ya estaba levantada, estaba tomando un café, la saludé:

Sobrevivir A Un Corazón Roto (Alonso Villalpando & TN) CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora