Todo estara bien

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¡Alerta spoiler!

No sabia como habia logrado estar de pie. Sus piernas flaqueaban, sentia su cabeza arder y ojos dejar caer lagrimas.

Habia estado apunto de dejarlo todo alli, pero recordaba las palabras de su madre resonar en su cabeza a cada segundo. Creyo que al fin todo estaria bien en su vida, pero no lo fue asi; y se culpaba a si misma por creer que alguna vez llegaria a ser feliz. Y tambien recordaba las palabras de Robby, su telefono no paraba de vibrar por el.

Simplemente no contestaba por miedo a derrumabarse alli mismo, y causarle preocupacion a su novio en esa epoca del Sekai Taikai.

Tory se encontraba dentro del dojo, preparándose para salir a la parte trasera y enfrentarse a Sam en un combate que prometía ser intenso. Mientras se cambiaba, las lágrimas caían silenciosamente por su rostro. Cada prenda que se ajustaba y cada movimiento que realizaba parecían recordarle la ausencia que sentía en su pecho desde que su madre había fallecido. Solo queria dar puñetazos, y descargar toda la ira que acumulaba dentro suyo, penso que habria encontrado el equilibrio pero no fue asi.

El dolor de la pérdida era como un peso constante sobre sus hombros, haciéndola sentir vulnerable y desgarrada por dentro. Cada segundo que pasaba, su pecho se cerraba un poco más, como si el dolor quisiera ahogarla. Respiró profundamente, intentando controlar las emociones que amenazaban con desbordarse. Se ajustó el uniforme con manos temblorosas, sus pensamientos aún perdidos en los recuerdos de su madre. Recordó cómo solía animarla antes de sus peleas importantes y le daba un beso en la frente, siempre apoyándola con una sonrisa amorosa y unas palabras de aliento cuando las cosas se ponían difíciles.Pero ahora, esos momentos de apoyo incondicional se habían desvanecido junto con su madre.

La sensación de vacío era abrumadora, especialmente en momentos como este, cuando debería estar concentrada en la pelea que se avecinaba. Sin embargo, parecía que el dolor no quería dejarla en paz.Se enjugó las lágrimas con determinación, tratando de encontrar la fuerza necesaria para seguir adelante. Sabía que su madre hubiera querido verla luchar con valentía, sin importar las dificultades que enfrentara. Debia ganar esa pelea por ella, por su madre. Y ser capitana junto a Robby.

Coloco los zapatos de tela sobre sus pies, sentía  los aplausos desde allí y maldicio por saber que estaba llegando tarde a la pelea de Robby. Se apuro para salir a la parte trasera.

Vio a todos formados. Y su novio junto a Miguel arriba de la pieza de madera, observó a Robby mirándola a los ojos antes que pudiera llegar cerca de ellos.

— ¿Tory? — Devon la observó confundida — Van dos a cero, Diaz a la cabeza.

Guardo silencio, sentía que a cada palabra podría largarse a llorar alli mismo.

— Oye. ¿Estás bien? — Volvió a preguntar.

Asintió — Sí. Estoy lista para pelear.

Luego Miguel lanzó las primeras patadas, y Robby supo defender cada una de ellas. Había vuelto a sentir que tenía un propósito para ganar al ver a su novia llegar, luego de no saber que le había sucedido por todo un día. Y aún se sentía algo dolido en respecto a la conversación de la noche anterior con su hermanastro. Y finalmente consiguió un punto al darle un golpe limpio en el centro del pecho, dejando a Miguel en el piso.

Tory, por su parte se acercó hacia Amanda colocándose a su lado ya que estaba más cerca del combate, ella desvío sus ojos hacia la rubia sospechando que algo no marchaba bien allí.

— Dos a uno. — Anunció Daniel con sus dedos. — ¿Listos? Luchen.

Robby volvió a colocarse en su posición. Y Miguel se veia muy enojado, luego de varias patadas, Robby logró darle una en el rostro a Miguel consiguiendo otro punto.

Fotos de una sola toma | KeenryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora