𝙇𝙤𝙧𝙞?

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—Porque para mi no hay nadie más especial que tú—

—Nunca lo habido—

—y nunca lo habrá—

Su voz se quebró

—Ni Lori ni Hershel nos dejarían, Carl. Algún día podremos estar juntos—

—Algún día es mucho tiempo!— replico

Pues si.
Tocará esperar...


Beth y Lori llegaron al pabellón, acababan de despedir a varios del grupo ya que habían salido al patio

Mi padre se paró de la cama, y rápidamente se colocó las muletas.
Lori y Beth trataron de detenerlo pero él se sentía estable y fue a dar un paseo

—Ve con cuidado—

—Tomate tu tiempo—

Decían las 2 mayores preocupadas por Hershel

NARRADOR

Hershel había insistido en salir a dar un paseo por los alrededores de la prisión, usando sus nuevas muletas. Lori, Beth, Carl y Tessa lo acompañaban, disfrutando del aire fresco y del breve respiro que ofrecía el día soleado

De repente, Tessa se voltea al escuchar un ruido.

Sus ojos se abren con horror al ver a varios caminantes acercándose rápidamente desde el borde de la prisión

—Caminantes!— grita, sacando su cuchillo mientras los demás también se preparan, sacando sus armas.

Lori, Carl y Beth toman posición, apuntando con sus pistolas, mientras Hershel, más lento debido a las muletas, retrocede hacia un lugar más seguro. Tessa se lanza hacia adelante, con habilidad y determinación, acuchillando a los caminantes que se acercan demasiado.

En medio del caos, T-Dog es sorprendido por un caminante que logra morderlo antes de que alguien pueda intervenir. Tessa, con el corazón en la garganta, observa la escena horrorizada mientras los demás luchan desesperadamente para protegerse y eliminar la amenaza.

Desde la distancia, Daryl, Glenn y Rick escuchan los disparos y corren hacia donde están. Con movimientos rápidos y precisos, se unen a la lucha, disparando y apuñalando a los caminantes restantes.

TESSA

Corremos por los túneles oscuros, Maggie liderando el camino mientras los ruidos de los caminantes resuenan detrás de nosotros.

Lori, con una mano en su vientre, comienza a jadear y Carl se dirige hacia ella con preocupación.

—¿Te mordieron?—

pregunto ansioso, temiendo lo peor

—No— responde Lori entre respiraciones entrecortadas. —El bebé viene— añade, su voz mezclada con dolor y urgencia.

Acelero el paso, buscando desesperadamente una salida o un refugio seguro mientras los caminantes se acercan cada vez más.

—¡Tenemos que encontrar un lugar seguro!—

Maggie se detiene frente a una puerta vieja y oxidada. La empuja con fuerza y cruje al abrirse, revelando una pequeña habitación. Nos metemos adentro rápidamente, cerrando la puerta detrás de nosotros.

Lori se sostiene el vientre, su rostro pálido y sudoroso.

—No puedo creer que esto esté sucediendo ahora

murmura, tratando de mantener la calma mientras las contracciones se vuelven más intensas.

Me acerco a ella, poniendo una mano en su hombro en un intento de reconfortarla

—Vamos a estar bien, Lori—

Maggie organiza rápidamente lo que puede ser útil y se prepara para salir en busca de ayuda. Me mira con seriedad antes de partir.

—No te alejes— me advierte y asiento con seriedad

...

El sonido de las contracciones de Lori llena la pequeña habitación mientras esperamos, cada momento que pasa aumentando la tensión en el aire.

El aire en la habitación se vuelve tenso mientras Lori sostiene su vientre, las contracciones haciéndose más frecuentes y fuertes. De repente, un sonido de alarmas se escucha haciendo que todos nos sobresaltemos.

Lori levanta la mirada hacia mí

—¿Qué son esas alarmas?—  pregunta con voz entrecortada

—No lo sé—

respondo sinceramente, mi mente trabajando rápidamente para entender la situación. Carl se tensa a mi lado;

—Podrían atraer a más caminantes—
murmura, su preocupación reflejada en sus ojos azules.

Maggie aún no ha regresado, y la ansiedad aumenta en mi. Lori, ahora jadeando con cada contracción, se aferra a mi brazo con fuerza

—Necesitamos ayuda— dice desesperadamente, mirándome con ojos llenos de urgencia.

Carl mira hacia la puerta, angustiado

—Deberíamos ir por Hershel—

sugiere, pero Lori lo interrumpe

—No podemos esperar. Tessa, vas a tener que ayudarme, tú padre te debía de haber enseñado algo no?—

dice, su tono mezcla de súplica y determinación.

Ay Lori, si supiera que mi papá ni siquiera me quiere de hija 😀

—Eh.. Si, lo hice una vez con una rana en biología— casi lo mismo ;)

Lori respira profundamente, tratando de mantener la calma

—Voy a tener que dar a luz aquí— dice con una determinación tranquila

—Tú necesitas ayudarme, Tessa— insiste, sus ojos buscando los míos en busca de apoyo y entendimiento.

Hay Lori, nada más te ayudo porque los haces bien bonitos, así como con Carl

Respiro hondo, por fin sintiendo la gravedad de la situación

—Está bien— respondo con voz firme, tratando de ocultar mis propios miedos mientras me preparo mentalmente

El sonido de las alarmas sigue resonando en el aire, recordándonos que el tiempo apremia y que cada segundo cuenta en esta situación de vida o muerte.

Entre odio y pasión | Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora