𝐂𝐨𝐫𝐚𝐣𝐞 𝐲 𝐂𝐨𝐛𝐚𝐫𝐝𝐢́𝐚

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El traslador debía partir justo antes del toque de queda para los de quinto año todos estaban casi cenando todos los estudiantes en el Gran Comedor, mientras tanto en el dormitorio de Slytherin estaba Nathaniel preparándose para las bóvedas malditas, Rowan estaba visiblemente preocupado que caminaba de un extremo a otro de la habitación, sus pasos resonando en el silencio

- Rowan deja de preocuparte – dijo Nathaniel tratando de calmar a Rowan – Vas a hacer un hoy en el suelo. Se que es peligroso ir, pero sabes como son las bóvedas malditas, siempre son peligrosas

Rowan se detuvo, sus ojos se encontraron con los de Nathaniel

- Si, pero no había dragones involucrados en las anteriores bóvedas – dijo, su voz temblaba ligeramente

Nathaniel sonrió ligeramente, su mirada se suavizó

- No, pero en la anterior bóveda hubo una acromantula que nos dio una gran bienvenida – dijo recordándolo – Y te digo que no son nada tiernas cuando te enfrentas a una

Rowan frunció el ceño – Hablo en serio Nate

Nathaniel se acercó a su amigo, poniendo una mano en su hombro

- Yo también hablo en serio, Rowan – dijo con una ligera sonrisa – Se lo que estoy haciendo

Rowan recordó – Nate, estuviste casi una semana en la enfermería porque te mordió esa acromantula

- Y por eso ahora tengo resistencia a los venenos – dijo Nathaniel guiñando un ojo

Rowan pasó su mano en su cabello

- De acuerdo si te vas a ir, entonces deberías llevarte el gas Garrotting que te dio el profesor Snape – aconsejó – No se sabe cuándo la profesora Rakepick podría traicionarte

Nathaniel rodó lo ojos y mostrando una ligera sonrisa

- De acuerdo mamá me lo llevare, pero solo porque quiero que me dejes irme ya – dijo tomando el gas que tenía escondido debajo de su cama

Al salir del dormitorio cuando se encontró con Maya parada frente a la puerta de la Sala Común con los brazos cruzados como si supiera que iba a salir

- ¡Maya! Que susto, pensé que eras el profesor Snape – dijo sorprendido - ¿No deberías estar cenando como los demás?

Maya luciendo seria

– Parece que mi suposición de que irías hoy al bóveda era cierta - dijo colocándose las manos en las caderas

Nathaniel alzó una ceja

- Maya ¿En serio tú también me vas a detener? – preguntó

Maya nerviosa jugo con sus dedos

- Se que tratas de romper la maldición de los retratos y liberar a Beatrice Haywood y encontrar a tu hermano – dijo su voz temblaba ligeramente

Nathaniel asintió – Si y por eso tengo que irme ...

Maya interrumpió a Nathaniel, su voz temblaba aún más

- Pero eso no significa que no tenga miedo de que te vayas y no regreses como lo hizo mi padre – dijo con voz temblorosa, sus lágrimas comenzaron a brotar – Se que no somos hermanos de sangre, pero ... pero aun así no quiero de me dejes. Yo te quiero como a mi hermano mayor, así que por favor no me abandones, no te vayas

Nathaniel se quedó en silencio por un momento recordando cuando Jacob desapareció, vio en Maya al niño que una vez fue, suplicándole a Jacob que se quedara, Nathaniel sonrió y acarició el cabello de Maya

𝚂𝚘𝚖𝚋𝚛𝚊𝚜  𝚍𝚎𝚕   𝙿𝚊𝚜𝚊𝚍𝚘: 𝙴𝚕   𝚗𝚒ñ𝚘   𝙼𝚊𝚕𝚍𝚒𝚝𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora