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📍ᴠᴇiɴᴛɪᴄᴜᴀᴛʀᴏ ᴅᴇ ᴊᴜɴɪᴏ, 2024.
𝐸nzo había empezado su día con alegría, disfrutando de su día de descanso y de sus hijos, quienes estaban al cuidado de Valentina, su ex mujer. Ellos se habían separado en diciembre de 2022, ya no sentían el mismo amor, pero eran padres ante todo, así que decidieron tener una relación sana.
Mientras tanto, Olivia, su hija de cuatro años, estaba jugando en la recepción del hotel, mientras que Benja estaba a upa de su mamá.
Estaban hablando animadamente con Valentina, Julián y Emilia, la novia del 9. Mientras tomaban unos mates tranquilos, se dieron cuenta de que no encontraban a Oli por ningún lado. Empezaron a busca por todo el hotel donde se estaban hospedaban los futbolistas.
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La castaña se había levantado, hizo su rutina y bajó a desayunar. Esa semana se la pasó recorriendo lugares y haciendo videollamadas con sus padres.
Ese domingo hacía demasiado calor, así que se puso su bikini, protector y agarró su toalla para ir a la piscina del hotel donde se encontraba. Cuando bajó, vio a Enzo, pero nadie la vio a ella porque pasó rápido a sus espaldas, ya que él estaba con gente.
Dejó sus pertenencias en una reposera blanca que había allí y se estaba por meter hasta que escuchó una voz dulce.
- ¿Me puedo meter con vos? - dijo la pequeña con una sonrisa traviesa.
Ella sabía quién era, sabía que era la hija del morocho.
- Hola, hermosa, ¿tus papis te dejaron? - dijo la castaña dulcemente.
- No saben que vine acá, pero shh. - dijo poniendo su dedo índice en su boca.
- ¿Y por qué no saben, mi amor? - preguntó la castaña, ya preocupada por los papás de la dulce nena.
- Porque estaba aburrida. - dijo con un puchero en la cara.
- Además, hace mucho calor. - dijo la nena alargando la "o".
- ¡Está acá! - dijo Álvarez, gritándoles a los papás de la nena.
- Hola, Sere - dijo, interrumpido por Enzo.
- OLIVIA, ¿por qué te fuiste, hija? - dijo el morocho, aliviado de encontrarla.
Serenna estaba expectante a lo que hablaban ellos y Olivia, quien estaba sentada al borde de la gran pileta.
- Papi, estaba aburrida y hace mucho calor. - dijo con su voz suave.
- Bueno, mi amor, pero vos tenés que avisar. - dijo Enzo acariciándole la cabellera a su hija.
La castaña miraba enternecida esa escena.
- Perdón y gracias, Sere. - dijo el morocho.
- No me tenés que pedir perdón ni agradecerme, Enzo, es una nena hermosa, Oli. - dijo ella, mirándolo a los ojos marrones del muchacho.
A todo esto, Julián se había ido para adentro con Valentina y su novia.
- ¿Sere? ¿Así te llamas? - dijo Olivia curiosa.
- No, hermosa, me llamo Serenna. - dijo ella.
- ¡ME ENCANTA! - dijo la nena emocionada.
- Yo tengo un hermano que se llama Benjamín. - siguió hablando la nena.
Los jóvenes se rieron por lo curiosa y exaltada que estaba la chiquita.
- Oli, andá con mamá, yo ya voy. - dijo Enzo.
Se fue, saludando a Serenna, para abandonar el lugar yéndose donde estaban los tíos y su mamá.
Enzo aprovechó su momento.
- Emm ¿Puedo pedirte algo? - dijo él, con cara de perro mojado.
- Sí, decime. - dijo ella, roja de vergüenza.
- ¿Te puedo pedir tu Instagram? Si no te molesta, obvio. - dijo él, muy sinvergüenza.
Ella no lo podía creer, su corazón le latía hasta más no poder; es más, podía escuchar sus latidos.
- Sí, sí. - dijo tartamudeando.
Enzo le pasó su celular así ella se buscaba. Estuvieron unos minutos hablando hasta que él se fue para donde se encontraban los demás y ella se metió a la pileta, siguiendo sin poder creer todo lo que pasó.
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