Capítulo 7: Mejor amigo

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HIJOS DE LA NOCHE

HIJO DE UN RECUERDO

CAPÍTULO 7: MEJOR AMIGO

El señor Colom se encargó de recordarme su promesa un mes después, tiempo que creyeron más que suficiente para que el próximo clan Lynx pudiera acostumbrarse y ser considerado parte del territorio de Abaddón, para que mi transformación trascendiera más pronto a ojos anaranjados.

La mordida no me dolió tanto como el estómago, después de haber probado uno de los platillos más famosos entre los vampiros: la moronga. Por mucho que hayan intentado ocultar su sabor en tacos, no soporté comer más de tres bocados.

La familia Spinster, antes Sallow, fueron los encargados de organizar una gran fiesta en mi nombre y para festejar la llegada oficial de mis dos futuros integrantes.

Se realizó en lo que parecía ser la plaza principal de Anemoi y sirvió para que fuéramos presentados a todas las personas importantes. Hubo mucha comida, música en vivo por parte de Midnight Pleasure, presentaciones de baile que volaron la cabeza de mamá, un Alex un poco ebrio por accidente, y magia y polvo de estrellas revoloteando por todas partes.

—El alcohol aquí es más fuerte que en el mundo humano —me susurró Víctor y lo regañé por no haberme avisado.

Lo último que oí al alejarme de él fue su carcajada.

Adoraba la idea de volver a convivir todos los días con él y Ryuu, en especial oírla a ella regañándolo por hablar nada más de deportes, por su mal vocabulario o por su falta de tacto en algunos temas.

Esa misma noche, se llevó a cabo una transmisión en vivo en la que los reyes y el Gran Consejo se encargaron de dar aviso de la gran noticia a todos aquellos que no pudieron asistir.

De hecho, el público que no tuvo el placer de estar presente se encontró dividido, cosa por la cual no pude culparlos. No habían podido conocerme en persona y, tomando en cuenta los conflictos por los cuales pasó el territorio hacía pocos años, era normal que se mostraran un poco reacios.

A palabras de los demás, los ciudadanos estaban sorprendidos de la actual y vigente habilidad de su antiguo gobernante, pues parecían haber considerado muy lejana la simple idea de tener a un nuevo fundador entre sus filas. Pensaban que todo quedaría en las manos de Scorpius y James, en su propósito de hacer crecer la población vampírica bajo sus nuevos ideales.

—Temen que haya un choque de ideas —explicó el rey más joven, alimentando al pequeño Oliver—. Parece que olvidan que yo fui escogido por eso, por estar de acuerdo con las cosas impuestas por Karlav. Lo que él buscaba no está demasiado lejos de lo que nosotros buscamos, sin duda.

» Al comienzo, pasó algo parecido con los O'Hara. Ahora todo está bien.

Era un nuevo día, recién me había despedido del último periodista que vino a hacerme unas cuantas preguntas para satisfacer la curiosidad de la gente.

Los Sallow nos fueron a visitar a nuestro departamento, cerca de la casa de Iris y de su familia, para ver cómo seguíamos.

Después de pasar unas pocas noches en el castillo, fuimos a Beanon Finance, el banco central del reino, para cambiar nuestros pesos mexicanos y dólares por las monedas que manejaban: crémilos y plutos. Lo primero que hicimos fue buscar un lugar donde vivir hasta lograr asentarnos mejor, al no querer aprovecharnos de su bondad.

Respetaron nuestra decisión.

Nuestro nuevo hogar era más pequeño que el anterior y estaba en el segundo piso de un edificio antiguo. Tenía tres habitaciones, una cocina, dos baños, una sala agradable y un balcón diminuto que daba a la calle. Mamá no tardó en convertirlo en su jardín. Los muebles eran los básicos para subsistir y debíamos ir a lavar la ropa sucia con los Ainsworth, quienes nos visitaban cada semana y nos llevaban a hacer el mandado.

Hijo de un RecuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora