OTRO SHOT: TRAICIONERA - KOOKMIN

ONE & ONLY

Hola al fin decidi resubir un poco de las historias que puede recuperar antes de que mi cuenta fuera baneada y eliminada por la cantidad de denuncias de cierta comunidad hacia mi, les pido respeto por favor es solo ficción no se lo tomen en serio solo es mero entretenimiento, que lo disfruten.
Con amor, cerii.🩷

Jimin tenía una relación con Jeongguk.
Lo quería, si.
Lo apreciaba, si.
Lo adoraba.
Cuando lo conoció empezó a creer en el amor a primera vista. Lastima que Jeongguk no haya sentido lo mismo y aún peor es que él se dió cuenta ya muy tarde.

Jeongguk lo tenía y lo presumía como un trofeo enfrente de todos. Jimin en realidad nunca le dio mucha importacia a como se comportaba el pelinegro, pero pronto se dió cuenta que Jeongguk solo quería sexo, fue doloroso saberlo pero lo superó, así que se conformaba con que el sexo fuera bueno.

El pelirosa estaba más que seguro que su relación con Jeongguk no iba a durar más de dos meses, y así fue. Una tarde, un número extraño le mandó fotos de Jeongguk besándose con una mujer en una fiesta.
Jimin lloró toda la tarde, maldiciendo al mayor miles de veces, simplemente le envío un mensaje con las fotos y un "terminamos" y lo bloqueó de todos lados. El pelinegro no lo buscó y el pelirosa hacía como si nada hubiera pasado.

Había pasado casi dos semanas desde su ruptura.
Era un domingo caluroso.

Jimin estaba acostado boca abajo en su gran cama, portaba una blusa ligera y fresca color rosita con estampado de flores y unos shorts cortos del mismo color.
Ojeaba una de esas revistas de modas, observando las últimas tendencias de moda y criticando cada cosa que veía. Fancy de Iggy Azalea se reproducía en la bocina de su habitación mientras que su teléfono estaba a un lado de él en altavoz mientras hablaba con su amigo Seokjin.

—Low rise jeans!? EN VERANO!? No es como si quisiera que todo mundo me viera el culo.— Exclamó el pelirosa bufando.

—Es lo de hoy, estamos volviendo a los 2000.— Contestó Seokjin a carcajadas.

—Es una mierda, me siento más caderon.— Jimin se levantó de la cama y se paró frente al gran espejo que tenia en su cuarto, observando su reflejo. —Mierda, creo que engordé.

—¿Y eso qué? Todo se te va al culo. — Casi gritó el chico de la otra línea.

Ese comentario hizo reir a Jimin quien se volvió a recostar en la cama.

Seokjin continuó hablando: —Va a haber una fiesta en casa de Namjoon. ¿Irás?—
Jimin bufó y rodó los ojos.

— No creo, ahí estará ese imbecil.

—Mimi, por favor, tienes que ir conmigo, te lo ruego.—Chilló su amigo.

El pelirosa bufó. — No, Seokjin, no.

— Por favor, Jimin. Es mi oportunidad para hablarle a Namjoon!— Rogó Seokjin.

—Dios ¡No! Es como tu hermano, lo conoces de toda la vida.

—¿Y? Se metió al gym y se ve increíble.

Los chicos se soltaron a carcajadas. El teléfono de Jimin vibró anunciando otra llamada entrante. El pelirosa bufó.

—Seokjin, me están llamado.

—Entonces, ¿si te veo a las 11?

—Adiós, te la lavas.— Antes de que Seokjin se la pudiera devolver, Jimin colgó y contestó la otra llamada.

—¿Si?

—Alístate esta noche, iremos a la fiesta de Namjoon, ponte algo bonito y cortito, por favor. De ahí si quieres follamos o lo que quieras.— La dureza de esa voz se escuchó incluso a través de la línea.