Esa simple, pero poderosa palabra describía como me sentía en este momento. Había pasado un largo tiempo desde que mi cuerpo y mente no sentían algo de emoción.
Max me hizo volver a tener la esperanza de que algún día, en mi corta vida, la Cora del futuro tendrá una vida llena de esa palabra. Sinceramente, le estaba agradecida al joven piloto, con el que fingíamos serlo todo. No era solo por el magnífico concierto que me esperaba, era porque se había tomando el tiempo de formar una amistad junto a mí.
Hoy íbamos a juntarnos en mi casa y hacer muchos brazaletes para intercambiarlos esta noche. Yo amaba hacer brazaletes, porque cuando era niña, mi madre y yo solíamos hacerlos cuando estábamos aburridas. Era una tradición que solo mi madre y yo teníamos, pero la llegada de Max hizo una nueva.
Lo que yo no sabía era que al abrirle la puerta a Max, este tendría un maleta gigante y unas bolsas pequeñas en su mano. "¿Max, ¿qué ha pasado? ¿No me digas que Horner dijo que teníamos que vivir juntos?" comenté algo preocupada y con una tostada en mi mano. "Ya quisieras" dijo revoleando los ojos, y riéndose. "No, es una maleta con algunas cosas...¿Me dejas pasar?" me preguntó haciendo unas muecas extrañas por el peso de aquella maleta. "Entonces...¿Qué tienes allí? Sino es tu ropa...¿Un cadaver?" supuse en broma, a lo que él rió y comenzó a abrirla, y yo me quedé helada por el interior de esta."Vaya..." comenté impresionada y mis ojos llenos de sorpresa. "No es mucho...Pero yo creo que servirá para hacer algunas manualidades" me dijo él, sin tomarle importancia al contenido que tenía la gran maleta.
¿No es mucho? ¿Algunas manualidades? Amigo, te has comprado media tienda. Tienes para hacer pulsera hasta diez años mínimos.
Mi mente se llenó de muchas preguntas. Me parecían irónicas sus palabras, pues allí, en su maleta tenía hilos de todos los tamaños y colores, muchos de accesorios con letras de todos los tipos.
"No sabía qué elegir o qué te gustaría, así que traje media tienda" rió él al ver mi emoción e impresión. "¿No te gusta? Yo- Lo siento... Puedo ir a cambiarlo, la tienda podría estar abierta. Mmmm, o podríamos comprarlos en línea" comenzó a buscar millones de soluciones y tratar de resolver todo. "Max...Esto es literalmente...No sé que decir además de gracias" tratando de formular simples palabras para que no se sintiera mal o despreciado. "¿Cuánto te debo?" le pregunté, no quería que el piloto gastase todo su dinero sin que yo haya puesto de mi parte. "¿De verdad es lo único que vas a decir? ¿No me vas a abrazar? ¿No me vas a besar? Solo digo..." opinó divertido tratando de aliviarme. "Y obviamente no tienes que pagar nada, es un regalo completo" me respondió despreocupado.
Mi cabeza pasó por millones de pensamientos. Max Verstappen, con quien había tenido cientos de peleas y discusiones, ahora me estaba dando esto. Cuando antes pensaba que el piloto estrella iba a cambiar, no sabía que sería tan rápido.
"Max...Gástate mucho en esto y estamos en Mónaco, esto debió salir caro" hablé algo avergonzada y preocupada. "Si tu mayor preocupación es mi cuenta bancaria, dile a ese cerebrito que deje de molestarse cada vez que alguien le hace un regalo y que el dinero no es un problema.Y si me quieres pagar de alguna manera...Tal vez más al delante lo podamos solucionar" su voz pícara y coqueta me hizo reír. "Sigue soñando Maxie" me reí tanto que casi olvido cómo se respiraba.
Las horas pasaron y Max y yo cada vez hablábamos más, era como si las palabra salieran por sí solas. Habíamos perdido la cuenta de los brazaletes, pues nos habíamos dejado llevar. "Deja que te ayude" me pidió al hombre que estaba justo a mí en la mesa. Me sostuvo de la muñeca, y solo bastó ese pequeño toque para que mi cuerpo dejase de funcionar. Sus dedos me tocaban la muñeca y su cara de pura concentración hacían que me perdiera en sus ojos azules y en sus pequeñas pecas del sol.
¡Basta Cora! No puedes calentarte por una mínima acción. ¡Pareces una adolescente estúpida!
"¿Todo en orden? ¿Te aprieta?" mis ojos se abrieron a ante sus palabras, pero logré recomponerme. "Sí...¿Cómo es que eres tan bueno haciendo esto?" me gustaba indagar en las personas, y si preguntar por su pasado me controlaba un poco más, iba a hacerlo. Y Max era como un libro con candado, y yo solo esperaba ser la llave que lo abriese.
"Bueno...Ya sabes, con el divorcio de mis padres y las carreras, mi hermana Victoria y yo no hemos pasado tiempo de calidad juntos, pero luego lo recuperamos e hicimos momentos memorables , así que antes de que mis sobrinos nacieran, aprendimos cómo hacer muchos brazaletes y muchas más cosas. Soy un hermano mayor, así que siempre estuve dispuesto a ser el mejor" contó su historia con algo de nostalgia en sus ojos, mientras seguía probando el hilo en mi muñeca. Pude percibir un aire tenso, pero cuando me sonrió, todo ese aire se esfumó.Solo éramos él y yo.
"Ya pasaron como seis horas, ya debería irme..." me dijo guardando todo en la maleta y dejándola a un costado. "Sí...Nos vemos mañana" lo despedí con un beso en la mejilla. "Gracias, Max. Hoy me hiciste volver a mi infancia" mi voz estaba llena de vergüenza, pero con mucho cariño a la vez. "No es nada, a mí también me gustó. ¡Oh! Casi lo olvido, te hice esto cuando fuiste a hacer café" me entregó tres brazaletes. Una decía Red Bull, otra tanía sus números de de la F1 O1-33, y la última tenía su apellido Verstappen. "Son para que me recuerdes" me dijo con una sonrisa que marcaba sus pequeños hoyuelos y achicaba sus ojos azules profundos. Yo le agradecí y se fue.
Definitivamente, Max Verstappen era una persona con muchas acciones significantes. Un hombre de palabra y promesa. Este día quedará grabado como uno de los mejores.
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yyyyy?? qué les pareció max swiftie?
el capítulo es un poco irónico por hailey y taylor jajaj, los amo mucho!!
