Y allí estábamos los dos...El hombre rubio con los ojos más brillantes que había visto. No sabía si era por el alcohol o realmente estaba empezando a sentir algo. "Max..." dije suspirando con mis brazos rodeando su cuello. "Realmente quiero hacer esto...Pero no quiero equivocarme con esto." No pude hablar más porque sus labios estaban atrapados con los míos. Se movían dulcemente. Sus labios parecian estar bañados en bálsamo labial por lo suaves que eran. Nuestras lenguas se tocaban. Ambos paramos, porque a pesar de que nos habíamos besado millones de veces; jamás nos habíamos tocado tan íntimamente.
"¿Puedo?" Max me preguntó con los ojos cerrados y la cara más relajada que nunca. Mis ojos lo miraron como si fuera el ser más hermoso que había pisado la Tierra. "Sabes la respuesta" Ni siquiera pude respirar porque que el joven piloto me volvió a tomar entre sus labios. Sus manos en mi cintura. Y casualmente sonaba Dress de fondo.
"Tengo muchas ganas de ir a casa" Dije con una voz baja, y acariciando sus firmes y enormes brazos musculosos. Max no lo pensó dos veces. En un cerrar y abrir los ojos, ya estábamos en el auto. Max condujo lo más rápido que su lujoso auto le permitía.
Cuando llegamos y fuimos hasta mi penthouse me dijo "Sabes que no haré nada contigo en ese estado" Aclaró con voz firme y tensa. "¿Qué?" Pregunté algo confundida. "Dije <no haré nada contigo en este estado>" Repitió mi acompañante, con una voz suave.
"Estás borracha y yo estoy algo sobrio. Eso lo hace raro y malo, no abusaré de tu confianza. ¡Jamás! Así que ahora, te vas a cambiar, entrarás en esa cama y dormirás cómodamente" Me ordenó. No lo podía creer. ¿Me calentó y luego me deja en este estado?
Sino fuera así de caliente, y con esos ojos pequeños y tan autoritariamente amables y tiernos, le hubiese dicho que se fuera y que no volviera jamás. ¡Mierda Cora! Estás demente mujer. Seguro es el alcohol.
"Vas a tener que ayudarme, porque este vestido no se saldrá solo" Cuando dije eso, la cara de Max casi se desfigura. Solo tragó en seco y se sentó en mi cama, vi sus ojos recorriendo la habitación; analizando las fotos, los colores, los adornos. Yo le di la vuelta y sus gruesos y callosos dedos recorrieron mi vestido, bajando el cierre lentamente. "La próxima te daré algunas cremas para mano" Su voz riendo con esa risita que él hacía siempre, me derritió el corazón. "Tal vez yo las recibiré" Me contestó bajando el vestido por mi hombros.
Me di la vuelta, y sus dedos me seguían tocando. Su delicadeza era inhumana, me trataba como si fuera una muñequita de porcelana. Como si de un cristal se tratara.
"Es mejor que me vaya" Me dijo acostándome en la cama. "Quédate" Le supliqué con una voz casi más aguda de lo normal. "Si me quedo, no será lo correcto" Su respuesta me dio a mucho que pensar. "¿Y qué es eso tan incorrecto que no puedes hacer?" Le pregunté con una voz pícara haciendo un puchero. Mi pregunta lo sobresaltó y se notó. "Debo irme, adiós. Que tengas linda noche" Me respondió con rapidez y con muchos nervios.
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Chicaaas :))
Alex: CHICA!!!! Kika y yo casi nos morimos cuando nos dimos cuenta que faltabas tú! 😡
Perdón Alex, estaba muy cansada😪
Alex:Cansada o caliente? 🙄
ALEX!! Eres una chica atrevida
Alex:Solo digo la verdad, mentirosa
Cisca: Casi nos matas del susto! Pierre tuvo que llamar a Max como mil veces 😵💫
Perdón Ci, fue una equivocación, y Max estuvo allí para que no cometiera un crimen o algo por el estilo.
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Hablar con las chicas fue algo divertido y a la vez frustrante. Sabía que estaban preocupadas, y no fue corrector, pero no quería pelear tan temprano.
Durante todo el día estuve pensando en una sola persona... Max Verstappen.
Me fue imposible dejar de pensar en él y probablemente las cosas vergonzosas que había hecho anoche...¿No hice nada, cierto?
Me quedé en la ducha del baño pensando en todas las posibilidades. ¿Lo besé? Bueno, eso sí lo recuerdo...
Al salir de la ducha, me puse un vestido verde corto y para quedarme en casa. Estaba revisando mi teléfono a ver sino había alguna pista. No había nada de nada, solo unas fotos que había tomado; las puse en mi instagram. Eran unas fotos graciosas de los chicos esperándonos. Unos minutos luego, la puerta fue tocada.
"¡Max! Hola...Mira, yo lo siento tanto, seguro hice las payasadas más grandes del mundo y-" Me interrumpió con uno beso. El beso solo duró unos segundos. "Linda forma de saludar" Expresé con la voz algo entrecortada y sarcásticamente. "Ahora que estás sobria, ambos nos debemos algo" Respondió con la voz ronca y llena de hacer lo inimaginable.
Max pasó a mi habitación, los besos desesperados, los gemidos cortos y roncos. Mi mundo desapareció por un rato, y él se convirtió en mi mundo.
"Hay que parar" Dije con la voz en suspiros y encima de su regazo. "Está bien...¿Por qué?" Su pregunta y esos ojos...Me hicieron dudar hasta de mi existencia. "Quiero conocerte mejor" Respondí con voz segura, asegurándole que quería conocer mucho más que su cuerpo y sus traumas. Quería conocer las cosas que más amaba, sus comidas favoritas; todo.
"¿De cuánto es el límite?" Me preguntó, podía ver seguridad, estaba dispuesto a todo. "Siete meses" Mi respuesta le tomó por sorpresa, pero nunca decayó.
"Trato" Extendió su mano para simbolizar el trato. "Trato" Tomé su mano.
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