Después de algunas semanas de recuperación, volví al último semestre de prepa, estaba emocionado. Pero ya no podría salir de fiesta en mucho tiempo, aparte del castigo de aquí ami doctorado que me pusieron mis padres, ahora tendría que ir a terapia.
Mientras tanto había empezado a salir con una chica, Alelí, la conocí en clase de literatura leí mucho, y oía bandas de las cuales nunca había oído. Después de unas citas ocasionales después de las clases lo nuestro era oficial, me gustaba mucho, era bastante diferente a muchas chicas y la verdad no sabía que veía en mi, pero me gustaba mucho así que no le di importancia a esas preguntas tontas.
Las semanas pasaron y se volvieron en meses, algo había cambiado ella ya no me hablaba de libros raros que le gustaban ni criticaba libros nuevos, ya no me platicaba de bandas que debería oír, ya ni me hablaba, no tanto como al principio y cuando le pregunte porqué dijo que necesitaba distancia.
Cuando hable de ella a Trace, mi psicóloga, me dijo que tal vez solo necesitara tiempo por cuestiones personales o familiares y que si ella me pedía distancia, distancia era lo mejor. Al día siguiente decidí salir con Camil, habíamos leído un libro muy hermoso y decidimos ir a ver la película, sólo para criticarlo y ver las diferencias entre el libro y la película.
"Bajo la misma estrella". Ese era el título del libro, una historia de amor adolescente entre dos enfermos de cáncer, algo extraordinariamente romántico, los protagonistas tenia una frase que era su manera de sellar su amor "Okay" y nosotros decidimos copiar la idea pero para nosotros era "A pesar de todo", y aunque lo nuestro no era amor era un sincero te amo, si eso es acaso posible. Había un escena en la que Hazel y Augustus, los protagonistas, visitaban el museo de Ana Frank y ahí era donde se daban su primer beso, era mi parte favorita, Camil y yo llevábamos toda la peli con las manos entrelazadas, pero cuando inicio esa escena ella quito su manos, yo volteé por curiosidad, y ella estaba viéndome fijamente.
Se acerco y puso su mano en mi mejilla, puso sus labios frente a los míos yo no sabía que hacer, aunque me gustaba mucho Alelí aun sentía algo muy fuerte por Camil, así que me la besé fue un beso muy apasionado, ella jugaba con mi cabello y yo sólo la abrazaba muy fuerte porque no quería que ese momento terminara nunca. Nos separamos y nos vimos a los ojos.
-Perdón- Susurró Cam
-Esta bien Cami, no te preocupes- Le respondí
Y ella recargó su cabeza en mi hombro, la película terminó y salimos, ella entro al baño y yo me quedé afuera esperándola, pensando.
¿Que haré? ¿Debería terminar a Alelí y quedarme con Camil? Sería un maldito, ella esta yendo por tiempos difíciles, y dejarla sola no estaría bien, pero ella quiere estar sola, pero aun así nadie puede contra situaciones difíciles solo siempre necesitas de alguien, de un apoyo. Camil salió y nos fuimos a mi casa, entramos a mi cuarto, y yo solo la miraba mientras ella contemplaba mis dibujos, me acerqué y la abracé por atrás.
-¿Qué haces?- Dijo con tonto de risa
-Pues... te abrazo, creo- Dije en broma
-Calmado tigre- Respondió mientras quitaba mis manos de su cadera.
-Pero, yo creí que...-
-Lamento lo que paso allá, no debí hacerlo y no volverá a pasar- Dijo Camil
-... Ok si, es cierto, tienes razón-
Después la fui a dejar a su casa y manejando de regreso me entró una llamada de Alelí
-Hola...-
-Hola Ale, ¿que pasa? ¿todo bien?- Pregunté
-Mi mamá esta pasando por tiempos difíciles y estoy algo ocupada no creo que tener una relación ahora sea lo mejor, lamento que sea de esta forma me gustas mucho pero no quiero lastimarte, muchas gracias por todo, por escucharme, por entenderme, por apoyarme pero es por el bien de ambos mil gracias te quiero, y esto... se acabo... perdón, enserio lo lamento mucho- Y colgó.
Yo esta impactado no sabía que hacer o decir, le intenté devolver la llamada pero no respondió, me tuve que resignar a que esté era el fin.
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Vacaciones de ti
RomanceCamil y yo nos conocemos de mucho tiempo hemos pasado por muchas cosas, habíamos soportado mucho pero, como todo en la vida, tendría que haber un final, y esas vacaciones juntos fueron la gota que derramo el vaso.