BELLA

10 6 0
                                    


Y yo,
testigo de su desnudez
en el lecho donde yacía,
que corté la rosa
para adornar su día,
también en silencio quedé,
sin saber qué decir,
ante la belleza que,
entre la rosa y la dama,
no pude distinguir.

Poemas sencillos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora