Capítulo 1

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Jimin es un chico bastante peculiar ama el rosa y prefiere pasar su tiempo acostado leyendo novelas románticas. Sus padres suelen decirle que debe salir más y hacer amigos, pero a él no le gusta relacionarse con la gente.

Su laptop se había roto por lo que había decido salir a comprar una nueva ya que en esta solía leer sus novelas.

Una vez la compró regresó a su casa pero en el camino encontró a una señora con unas cuantas bolsas qué se veían pesadas por lo que decidió ayudarla.

-Hola, déjeme ayudarla, se ven pesadas

Jimin tomó las bolsas dejándole sólo una a la mujer.

-Gracias jovencito, creí que no llegaría a casa.

La mujer sonrió feliz

-Vive muy lejos?

-No, es al doblar la calle.

-Bueno entonces la acompaño.

La anciana asintió indicándole el camino. Una vez llegaron le invitó a pasar.

-Quieres un vaso de agua o de jugo.

-Un vaso de agua esta bien.

La mujer fue a la cocina y regresó con un baso de agua.

-Gracias por haberme ayudado, debes ser un chico con muchos amigos.

-Oh para nada me gusta estar sólo.

La mujer sonrió

-Pero todos necesitamos compañía

-Yo no, bueno debo irme.

-Espera.

La mujer fue a una habitación y cuando salió de esta, traía un espejo en la mano

-Ten, acéptalo como muestra de agradecimiento por favor.

Jimin no quería cogerlo, no era de su estilo, además de que la mirada que le daba la señora no le daba buena espina.

-Esta bien, gracias.

Al final terminó aceptando el espejo, no quería hacer sentir mal a la mujer.








Una vez en su casa puso el espejo frente a la cama y es que no sabía que hacer con él.

-No se ni para que acepté.

Dijo hablando consigo mismo.

-Creo que lo dejaré en el sótano, no hay manera de que lo deje en mi habitación.

Jimin se paró frente al espejo.

-Es sólo que no queda bien en mi cuarto.

Dijo mirando el objeto, su cuarto era completamente rosado y aquel espejo negro no se veía bien.

-En fin más tarde lo bajo al sótano.

Jimin comenzó a quitarse la ropa para así darse un baño. Cuando se quitó el pulover sintió como si alguien lo estuviera mirando.

-Joder que extraño.

Miró hacia todos los lados sin ver nada.

-Debe ser mi imaginación.

Terminó de quitarse la ropa quedando completamente desnudo, fue hacia el baño y se metió en la bañera una vez estuvo lleno.

-Que relajante.

Jimin cerró los ojos disfrutando del agua hasta que sintió una mano fría posarse en su pierna. Sorprendido abrió rápidamente los ojos pero no había nadie.

El Extraño en el Espejo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora