Capítulo 2

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Jimin seguía sin poder dormir ya eran las doce de la noche y no podía dejar de pensar en el rostro que había visto en el espejo.

Estaba sentado en su cama con la vista fija en el objeto pero sólo podía ver su reflejo.

-Joder, me estoy volviendo loco.

Jimin comenzó a reír, esta situación cada vez era más rara.

-Mejor me duermo.

Jimin se acostó luego de cambiar las sábanas, otra vez. Cuando al fin había logrado quedar dormido aquellas fuertes manos volvieron aparecer en su sueño recorriendo todo su cuerpo, un jadeo se escapó de su garganta.

Las manos apretaron las nalgas a su antojo, jimin estaba seguro que le gustaban mucho. Sintió como unos labios fríos se posaron en ellas repartiendo pequeños besos por toda la zona.

Jimin se removió levantando más el pulober para que su cuerpo quedara más expuesto. Las manos abrieron sus nalgas dejando su agujero completamente expuesto, entonces sintió como la lengua comenzaba a pasarse por todo el lugar hasta llegar a su entrada que pedía a gritos que la atendiera.

Jimin estaba consciente que no era un sueño ya que estaba completamente despierto, pero por más loco que pareciera quería que el extraño volviera hacerle lo mismo, jamás había sentido tanto placer antes y quería repetirlo, por lo que fingió seguir dormido mientras abrazaba su almohada y empinaba más su trasero.

Al fin sucedió lo que tanto esperaba jimin, la lengua se introdujo en él haciéndole soltar un gran gemido. Comenzó a frotarse contra las sábanas mientras sentía el aliento frío chocar en su trasero. El extraño seguía con su trabajo, hundiendo cada vez más profundo su lengua, tocando aquel punto que hacia a jimin retorcerse de placer.

-Ahh, dios, más profundo, por favor más ahí, ahhh.

Jimin empinó aún más su trasero haciendo que la lengua se hundiera más en el. El placer era demasiado que no pensaba ni siquiera como una lengua podía ser tan larga para llegar hasta donde estaba llegando, aunque si se ponía a pensar era aún más extraño tener a un desconocido comiéndole el culo como nunca antes nadie lo había hecho. Pero no quería pensar sólo quería disfrutar del placer que sentía.

Jimin llevó su mano hacia atrás sin mirar, tomando el cabello del extraño se dió cuenta que era lacio y largo entonces le vino a la mente el reflejo qué vió en el espejo y eso lo hizo gemir aún más fuerte mientras tiraba del pelo para que se hundiera más en él.

Sin poder aguantar más miró hacia el espejo que quedaba detrás de él y lo que vió en este le hizo correrse de inmediato. Pudo ver en el espejo a él en cuatro mientas detrás suyo había un gran hombre en traje.

Jimin seguía con la vista fija, en ese momento el extraño miró hacia atrás chocando miradas através del espejo, sus ojos eran rojos, mientras desprendia un aura oscura, luego sacó su lengua y jimin jadeo al ver lo larga que era. El extraño le guiño un ojo para luego darle una nalgada que le hizo estremecer y después desapareció.






Ya había amanecido y jimin no había pegado un ojo en toda la noche, se levantó y fue al baño para arreglarse, luego bajó al comedor donde lo esperaban sus padres.

-Tienes cara de haberte quedado leyendo toda la noche.

Dijo su madre poniendo el desayuno en la mesa.

-Algo así

Jimin se sentó para comenzar a desayunar.

-Ya has pensado que vas hacer una vez terminen las clases.

El Extraño en el Espejo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora