Epilogó

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Canción: Temblando 

            By: Hombres G

Una mañana soleada volvía a aparecer en Lima. Los suaves pero cálidos rayos de sol, se adentraron en la ventana de Duxo, quien despertaba recién.

Se sentó con lentitud, en la cómoda cama y una sonrisa apareció en su rostro al recordar que debía visitar a su novio, Aquino. 

Fue a darse un baño, mientras pensaba en un regalo para darle al chico. Finalmente decidió lo mas cliché del mundo, un ramo de flores, aunque sabía con certeza lo mucho que le agradaban al castaño.

Salió de la ducha y se cambio a algo cómodo pero lindo mientras secaba su cabello pelinegro para no mojar su ropa.

Fue a buscar algo de desayunar. Terminó preparándose un café con tostadas.

Mientras desayunaba recibió una llamada. Su amiga Mictia, era la responsable de esta.

Contestó mientras pensaba que le diría la chica.  

 - ¡Hola Duxo! - Dijo la castaña animada.

-  Hola, Mic. ¿Qué paso? - Saludó el de ojos lilas confundido por la llamada tan temprano.

- Soaring y yo queríamos saber si tienes planes hoy... - Habló la muchacha con un tono alegre.

- De hecho voy a visitar a Aquino... - El pelinegro respondió con voz tranquila.

- Oh..., si ese es el caso mándale saludos, además no te olvides de llevarle algo bonito. - Le recordó ella de manera bromista. - De cualquier modo puede que te alcancemos si vas con el. 

Duxo soltó una risa, ahora se esmeraría en llevarle unas flores bonitas a el chico.

- Bien, entonces supongo que nos veremos luego. - Suspiró el azabache.

- Sip, bueno te dejo desayunar... - Se despidió Mictia y luego corto la breve llamada.  

El muchacho termino su desayuno y luego salió de casa.

Compro un bello ramo de crisantemos amarillos, que se veían hermosos con los rayos del sol encima de ellos. Sin duda alguna el oji miel los adoraría.

Subió a un taxi, y en el camino pensó en Aquino, en su sonrisa, sus ojos preciosos que siempre el  harían recordar a el hermoso sol del verano, resplandeciente en toda su intensidad, además de su cabello castaño tan sedoso. Finalmente recordó lo mucho que le gustaría abrazarlo.

Llego a aquel calmado campo abierto aproximadamente unos cuarenta y cinco minutos después de pedir el taxi.     

Se adentro buscando al chico entre tantas personas, sintiendo cierta calidez pues ese lugar parecía un santuario tan verde. Estuvo buscando hasta que lo encontró.

La lapida de su novio estaba ahí,  siendo iluminada por el ardiente sol. 

Con notable cariño, se sentó frente a ella mientras dejaba las flores frente a la piedra. Sus ojos se posaron en el nombre escrito en la lapida.

No podía evitar en pensar todo lo que hubiera pasado si ese día hubiera llegado más temprano para impedir ese intento, y si jamás le hubiera causado tanto daño ni siquiera tendría que haberse preocupado en que el castaño se tratara de suicidar, pero aún lo hizo, esperaba que tal vez en algún otro universo no estuviera extrañándolo tanto.  

- Sabes Aquino... - Comenzó el azabache - El verano es muy diferente sin ti. A pesar de que ya han pasado algunos meses aún sueño contigo, ojala hubiéramos tenido buenas noticias en esa ocasión.

El amargo recuerdo de el doctor comentándole la posibilidad de que el chico no despertara, era lo que su mente siempre cambiaba mientras soñaba, retorcía aquel recuerdo para que Duxo se aferrara a la idea de Aquino despierto y con él una vez más.

Pero, cada mañana se despertaba en un apartamento vacío, solitario, con la sensación amarga de soledad y una melancolía extrema.

Y es en esa combinación de sentimientos que afrontaba la cruel verdad; El castaño jamás volvería a estar junto a él.  

Era entristecedor saberlo y sabía que los sueños falsos eran la forma de su cerebro de retorcer la realidad. Una extraña forma de combatir el duelo, porque a pesar de todo al despertar no habría nada más que un ambiente cargado de soledad.

Las ocasiones continuas en las que soñaba de esa manera, solo deseaba dormir un poco más.

Duxo odiaba sentirse así, sin embargo también adoraba poder soñar con Aquino, con el chico que lo hizo tan feliz. 

El pelinegro sabía que una parte de él, había muerto el día que se entero del fallecimiento del muchacho y era imposible que no pasara pues para el su lindo castaño era todo; sus risas, sus alegrías, su tristeza, pero mas importante su reconfortante apoyo al que le había jurado estar para siempre a su lado.

El azabache dio una ultima miranda a la lapida sin pida con el deseo de encontrarse con los ojos brillantes y llenos de vida de color caramelo. Los mismos maravillosos ojos por lo cuales había terminado profundamente enamorado.

Pero jamás los volvería a ver.

El azabache se levantó dejando las flores, preparado para ver a sus amigos. El sol brillante seguía iluminando y lo acompañaría siempre.

- Adiós Aquino - Susurró Duxo sin poder evitar darle una ultima mirada a la lapida. 

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Jamás piensas que va a pasar hasta que sucede

Es curiosa la forma en que terminas perdiendo algo que te prometes nunca perder

Y es difícil saber que cuando amas mucho a alguien habrá momento de separarse...

 Aún así nada te impide seguir amando a alguien y estar junto a ella

Por lo menos hasta que uno de los dos se vaya

Siempre habrá amor.



No mori amikitos sigo en pie

En fin aki termina esta historia kiut

Me da miedo seguir escribiendo duxino pk no se si todo el tema de lo que dijo aquino termino, vi a personas en tiktok haciendo videos y asi supongo que normal pero ni idea 

aiuda

los kiero 

chau 

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⏰ Última actualización: Sep 17 ⏰

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𝙎𝙤𝙡 ✷... [𝘿𝙪𝙭𝙞𝙣𝙤]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora