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Recuerda perfectamente el día de ayer.

Había vuelto otra tormenta, pero aún así Tomás seguía con su ventana abierta y cantando. ¿Por qué no dejaba de cantar? Se preguntó varias veces en la noche.

Luego entendió que era una grabación y que tal vez a Tomás le relajaba escucharse a sí mismo cantar.

Porque aquello ayudaba a Juan, y no dudaba que sucediera consigo mismo.

Pero cuando se hizo de mañana y no lo vió en la escuela se asustó.

Volvió a casa, nada podría ser más rápido que su corazón latiendo a mil por ciento.

Era normal que alguien faltara a la escuela, todos lo hacían. Pero aún así no evitó preocuparse. Y le importó una mierda todo.

Al estar en su cuarto ya, salió por la ventana y pasó al cuarto de Tomás.

Y ahí estaba.

Llorando levemente mientras él veía su propio cadáver.

Su cuerpo ensangrentado en el piso, mientras la música reproducida de la noche anterior aún no paraba.

La melodiosa voz se combina con el suave llanto del mismo. Probablemente llevaba mucho rato llorando porque cada vez se había más inexistente.

Como Juan.

Y ahora, como Tomás.

GHOSTED  ☆  juan + rob .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora