- Es... ¿Aquí?
Miré el local con orgullo.
- Asi es.
- ¿Por qué lo dices así? Ni que fuera tuyo.
- Es del angelito - sonreí más orgulloso -
- Detente, que miedo.
Hizo una mueca asqueada para seguir caminando.
- Amargado...
Seguí sus pasos para entrar al local.
De inmediato, la lavanda suave me abrazó, haciendo que sonría como tonto.
- Buenas noches, bienvenidos.
Observé al omega de cabellos naranjas darnos la bienvenida.
Al reconocerme sonrió más amplio, sorprendido.- Oh, el policía de esta mañana.
- Buenas noches - me incliné levemente, pasando mi mirada sin querer por el lugar - ¿Todo ha seguido bien?
No veo al omega, más sé que está aquí. Quizás no atiende todo el tiempo.
- Muy bien - aseguró - ¿Desean pedir algo?
- Si, mi amigo viene buscando un pie de manzana - tomé su hombro, viendo su expresión seria - ¿Tendrán?
- Claro que sí - empezó a tocar unas cosas en la pantalla - ¿Un pedazo o completo?
Miré a Kuroo en espera de una respuesta.
- Completo, por favor.
El chico asintió para seguir el proceso.
Me hice a un lado para dejarlo seguir mientras reviso sigilosamente hacia la puerta abierta del pasillo a un lado.
¿El omega estará bien? No siento nada raro, más bien siento un aroma dulzón que me está poniendo nervioso.
Es su lavanda, pero más dulce... Me hace sentir mariposas locas y activa unas ganas raras de estar cerca y asegurarme de su seguridad.
Muy raro, no es un celo, ni nada parecido a algo que haya sentido.
Me gusta mucho.
- Oye.
Giré algo sobresaltado para encontrar a Kuroo aún con expresión seria y una bolsa en su mano.
- ¿Ya?
- Hace rato, Bokuto.
- Oh - rasqué mi mejilla nervioso - Lo siento... Vamos entonces.
Miré al omega en la barra brindándome una leve inclinación de despedida que regresé algo triste para salir del local.
No lo pude ver...
- No simulas nada - se quejó mi amigo - ¿El pequeño es del que hablas?
- No - negué cabizbajo - ese es el compañero de trabajo supongo.
- ¿Si? El lavanda que decías lo sentí - lo miré atento - pero se sentía inusual... ¿No sabrás si tiene hijos?
¿Hijos...?
- No lo sé - confesé - ¿Por eso se sentía dulzón?
- Es el mismo que tiene Kenma - sonrió con torpeza.
- Ahora entiendo porque dices que me veo tonto hablando del omega - bromeé haciendo que salga de su burbuja para mirarme mal -
- Tsk, no molestes.
Iba a seguir, pero detuve mis pasos al escuchar una risa tierna.
"¡Má!"
Giré de golpe para encontrar aquella lavanda suave sonriendo dulcemente hacia una pequeña criatura de cabellos lisos y grandes ojos verdes.
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Lavanda
FanfictionBokuto Kotaro es un policía fuerte, confiable y valiente, el cual se encuentra tras la pista de un depravado psicópata que aterroriza una tranquila comunidad. En su búsqueda de pistas, agotado, entra a una pastelería bastante curiosa y llamativa en...