[3 | Locura]

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[Ubicación: Mercado, Perú]

[Hora: 11:17 AM]

- "¡Gracias!" -dijo amable un vendedor recibiendo el monto justo por uno de sus productos en venta.

Después de un desayuno rico y balanceado, además de haber sido preparado por Rakkun, xCheseex salió al mercado para comprar la comida que se está agotando en su refrigerador y despensa, por eso en este momento acaba de pagar por un kilo de tomates. Tras adquirir los primeros alimentos de su lista, la cual rellenó tachando [Tomate] y anotando el precio que pagó por estos, se alejó para continuar su salida de compras del mes.

xCheseex: "Me falta la malla de cebollas, zanahorias y perejíl... Ahora tengo un problema... ¿Cómo diferencio el perejíl del cilantro?" -se preguntó entrando en un dilema que podría darle problemas a futuro si no lo soluciona ahora.

- "No te preocupes por eso, ya lo compré." -dijo una chica detrás de xCheseex.

Con un ligero escalofrío recorriendo su espalda, se volteó 180° y visualizó a una furra sosteniendo una bolsa con las verduras que faltaban en la lista.

xCheseex: "¿Rakkun, qué haces aquí?" -le preguntó aterrado por las miradas que les dirigían las personas que pasaban cerca suya.

Rakkun: "Te vine a acompañar y ayudar en tus compras." -contestó con honestidad y una sonrisa que pulverizó el corazón de nuestro virgen protagonista.- "¿Qué más nos falta comprar?"

xCheseex: "Ah, pues..." -musitó revisando su lista, actuando con naturalidad a pesar de tener delante a una persona que desafía toda lógica con su sola presencia.- "Nos faltan las carnes, la papa y los condimentos."

Rakkun: "Creo que vi un saco grande de papas en un puesto cercano." -dijo con una mano en su barbilla, dándole una adorable imagen que xCheseex atesorará en su mente hasta su muerte.

xCheseex: "Llévame allá pues, ¿qué andas demorando?" -apresuró, teniendo más ganas de terminar este día de compras y regresar a su casa.

Haciendo caso a la orden del adolescente, Rakkun condujo el tren y fueron caminando a la par del otro con rumbo hacia un vendedor que ofrecía un saco grande de papas a 120 soles. xCheseex verificó su billetera, calculó el precio que le podrían cobrar por las carnes y los condimentos, y decidió que compraría el saco mediano por 65 soles, ahorrando unos cuantos billetes que le servirían para nuevos productos.

Luego de esa gran compra, xCheseex y Rakkun siguieron comprando condimentos, carne de todo tipo y se regresaron a una carretilla que el adolescente había traído para cargar las cosas que compró, con la fuerza sobrehumana que Rakkun demostró poseer, cargó el saco de papas hasta la carretilla y, además de eso, se encargó de empujar desde el pasamanos, mientras que xCheseex dirigía desde el frente, guiando el camino hacia su casa.

Aunque estas escenas y diálogos les hicieran creer que xCheseex finalmente se acostumbró a la presencia de Rakkun en su vida, más bien sucedió todo lo contrario, en su mente el caos predominaba y no le dejaba descansar, pensando siempre en las respuestas y movimientos más naturales como su siguiente paso en su interacción con la mapache mitad tanuki humanoide que le está siguiendo desde una distancia demasiado corta.

Para nuestro protagonista fue desesperante recibir las miradas juzgadoras de las personas que los cruzaban o esquivaban para no chocar, la mayoría de hombres celosos por ser acompañado de una belleza juvenil, del lado femenino, eran más por vestirla y disfrazarla según sus raros fetiches al colocarle una cola y orejas de animal. El pobre no tuvo de otra que ignorar esas asesinas miradas y continuar su paseo por el mercado con su compañera de hogar.

Una Ruta EspecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora