Naruto fem en Hunter X Hunter.

capitulo 7

Buhara realmente comió todo ese cerdo asado.

Había montones y montones de huesos de cerdo junto a Buhara; un montón tan grande que parecía incluso más alto que Leorio. A su alrededor, Naru podía ver a sus compañeros participantes mirándolo boquiabiertos. Era casi como si nunca hubieran visto a una persona que pudiera comer tanto. Tal vez, si no conociera a Choji, su reacción sería la misma.

Pero su compañero de infancia era conocido por su amor por la comida y su capacidad de comer el doble de su peso.

"Los cazadores son increíbles", dijo Gon entusiasmado.

Naru sacudió la cabeza, miró fijamente al sonriente examinador y comentó: "No creo que ser un cazador signifique que tengamos que ser buenos comiendo, Gon".

El chico mayor suspiró y luego asintió. La chica sonrió levemente, se volvió hacia las pilas de huesos de cerdo y miró a Menchi. La examinadora inspeccionó los huesos con lo que solo podría describirse como una mirada de decepción. La Cazadora Gourmet sacudió la cabeza y examinó la habitación antes de chasquear la lengua.

Solo podemos preguntarnos cuál será su plato. Haciendo una mueca, se alejó de Menchi y parpadeó cuando vio un par de ojos azules observándola. Killua la miró con los labios fruncidos y las cejas fruncidas en una expresión de incomodidad. ¿Por qué la estaba mirando así? Si alguien debería estar mirándola así, esa debería ser ella.

El idiota dejó en claro que a nadie jamás le iba a gustar por lo extraña que era.

Resoplando, se alejó del chico e ignoró las cejas levantadas de Kurapika y Leorio. Los dos hombres intercambiaron miradas, miraron a Killua y negaron con la cabeza. Fue bueno que no le preguntaran; no les diría lo que sucedió. O creían que estaba siendo infantil por sus palabras hirientes, o harían lo que Gon intentó hacer.

Si Killua se disculpaba con ella, quería que lo hiciera porque quería hacerlo. No quería que se viera obligado a disculparse (porque las disculpas poco sinceras eran lo peor si se lo pedías).

—Entonces, ¿ todos estos platos estaban buenos? —preguntó Menchi, poniendo las manos en las caderas.

Buhara sonrió y se dio una palmadita en el estómago hinchado. "Sí."

Suspiros de alivio se escaparon de las bocas de sus compañeros participantes mientras la mujer continuaba escrutando al hombre sonriente. ¿Por qué no podía simplemente aceptarlo? Los números parecían mucho más bajos que los que teníamos al principio. Se llevó la lengua a la mejilla. No había forma de que pudiera soltarle ese pensamiento a la mujer, no cuando la mujer parecía lista para arrancarse el pelo.

"No es una prueba si lo aceptas todo", se quejó la mujer arqueando las cejas.

"¿Acaso importa?", desafió Buhara, sonriendo mientras recorría con la mirada a los participantes reunidos. "Aun así logré eliminar candidatos".

Tiene razón. Naru estiró el cuello y dirigió la mirada hacia las estaciones de cocina apenas utilizadas. Había aproximadamente 300 participantes cuando comenzaron la segunda fase; ahora solo una quinta parte de ese número se encontraba en este edificio. Esa fue una disminución enorme, mejor que la disminución que se produjo en la Segunda Fase de los Exámenes Chunin.

Menchi frunció los labios. "¿Y el sabor?"

"No estamos aquí para juzgar el sabor de la comida", respondió Buhara como si fuera obvio. La cazadora gourmet se burló y se alejó del hombre sonriente y se dirigió lentamente hacia el gong.

Él no juzgaría el sabor, pero Menchi sí. Frunció el ceño y se miró las manos. Si a la mujer le importaba el sabor, entonces tendría que elegir los mejores ingredientes. No solo eso, sino que tendría que recordar todos los libros de cocina que había leído. Todos los errores que había cometido cuando empezó a cocinar.