Capítulo 4 | Entre Dragones y Vampiros

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"¡Nimith Elion Ironleaf!", una fuerte voz desconocida hizo que los vampiros detuvieran su caminata por la casa y miraran al chico al que habían mencionado en el grito.

"Oh no", dijo Nimith mientras corría con los vampiros detrás de él hacia la biblioteca, donde había escuchado el grito de su madre. "¡Mamá, puedo...!", Nimith se detuvo en seco cuando vio la escena frente a él: su madre lo miraba de forma desaprobadora y los que estaban sentados detrás de ella se reían por lo bajo.

"¡¿Cómo es eso que te transformaste y raptaste al señor Cullen?!", Nimith se encogió ante la voz chillona de su madre y dio un paso hacia atrás, escondiéndose detrás de un cuerpo frío.

"Mhm, mamá, lo siento", susurró y tragó saliva cuando vio cómo el ceño de su madre se profundizaba, y apretó el brazo del cuerpo detrás del cual se había escondido.

"Nada de lo siento. No quiero que vuelvas a raptar a nadie, a menos que sea una emergencia. ¡Entendido, jovencito!" Nimith asintió frenéticamente y giró la cabeza para ver cómo los otros vampiros miraban a su madre con asombro.

Nimith se aclaró la garganta y, apenado, soltó el brazo de Edward, ya que se había dado cuenta de que era detrás de su cuerpo que se había escondido.

"Familia, estos son Alice, Jasper, Edward, Rosalie y Emmett", señaló mientras caminaba rápidamente hacia dentro de la biblioteca y tomaba asiento al lado de su padre, quien estaba enfrascado en una profunda conversación con Carlisle.

Los otros vampiros entraron a la biblioteca y miraron sorprendidos los enormes estantes llenos de libros. Observó cómo su madre les distribuía sillas que aparecían con un suave 'pop'.

Nimith tomó el libro que estaba cerca de él y lo abrió, disponiéndose a leer mientras escuchaba cómo su familia conversaba con los vampiros. Así estuvieron por varias horas hasta que vio cómo la luz de la luna entraba por el ventanal de la biblioteca.

"Oh, ¿eres el novio de la hija del señor Swan?", la pregunta inocente que hizo su abuela hizo que su cuerpo se tensara e intentó seguir leyendo el libro.

"Lo soy", la respuesta corta que dio Edward hizo que Nimith quisiera salir corriendo.

"El señor Swan parecía encantado con la abuela esta mañana", agregó su granito de luz a la conversación y vio cómo su abuela se ponía roja. Sonrió con aire de suficiencia ante aquello.

"Nini", su padre dijo su apodo en tono de advertencia, pero no le hizo caso.

"Les contaré la vez que Nimith le prendió fuego a la ropa interior de un elfo que intentó enamorarlo", ante el ataque de su abuela, Nimith se hundió en la silla ante las risitas de los otros.

•••

Habían pasado varios días y Nimith y su familia se acostumbraron a la vida humana en Forks. Ahora los Cullen iban casi a diario, haciendo que Nimith quisiera golpear a todos por tener un pequeño enamoramiento con el novio de la hija del señor Swan. Se había dado cuenta de esto de forma bastante rápida gracias al entrometido de su padre y Finvarra.

Los Cullen habían querido que Nimith asistiera con ellos a esa cosa llamada escuela y les advirtió que si lo hacían ir allí, los iba a quemar a todos hasta dejarlos hechos cenizas, lo cual los asustó y dejaron de insistir.

Nimith, por otro lado, encontró a los lobos igualmente entrometidos como los vampiros; los imbéciles intentaron hacer que fuera a su territorio y él, siendo un hada, tenía un mal presentimiento si ponía un pie allí. Algo le decía que no fuera y que se quedara atrás, y así lo haría. No quería tener ningún problema con los lobos que, aparte de entrometidos, tenían purgas según Rosalie.

𝐓𝐘𝐍𝐈𝐗 - ᴇᴅᴡᴀʀᴅ ᴄᴜʟʟᴇɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora