𝐓𝐘𝐍𝐈𝐗 - ᴇᴅᴡᴀʀᴅ ᴄᴜʟʟᴇɴ

Capítulo 2 | La Llegada de los Ironleaf y la Revelación de Alice

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Elion vio el cuerpo desmayado de su hijo en la bañera cuando levantó la cabeza y se paró de un salto antes de correr hacia él y levantarlo en brazos. Lo observó detenidamente y en su pecho había una marca de fuego con forma de dragón. Cerró los ojos con fuerza antes de abrirlos de nuevo y salió del baño con su esposa y madre a cuestas. Dejó que su esposa vistiera a su hijo y se acercó al enorme ventanal de la habitación que daba hacia el bosque.

"Elion, ¿qué haremos?", la voz preocupada de su esposa hizo que se diera vuelta. Sonrió con tristeza cuando vio lo vulnerable que ella se veía ante esta situación.

"Ahora estaremos aquí hasta que nuestro tiempo culmine y el dragón nos deje volver al reino", murmuró antes de acercar a su esposa para un abrazo.

"Nemith es poderoso", la voz de su madre se escuchó como un susurro mientras acomodaba a su hijo en la cama. "El hada de fuego... puede que sea incluso más que el hada de fuego", continuó mientras lo arropaba.

"Lo sé, su poder se salió de control y terminó atacando", susurró Elion mientras besaba la frente de su esposa. "Es mi descendiente, madre. Él será igual de poderoso como lo fuimos mi padre y yo", agregó mientras tomaba las manos de las mujeres que más amaba en este mundo.

"Lo es, cariño. Pero ahora estamos varados en este mundo, ¿qué haremos aquí?", quiso saber Selene mientras se acercaba a su precioso hijo y se sentaba en la cama junto a él. "Incluso con nuestro conocimiento, siento que nos estaremos perdiendo de mucho", agregó mientras empezaba a acariciar el pelo de su hijo.

Elion iba a responder cuando se escuchó un pequeño golpe y luego un maullido.

"Finvarra", susurró Elsa con alivio cuando vio al gatito.

Finvarra maulló confundido al ver a su familia allí. Se suponía que no deberían estar allí y gruñó cuando vio a su amo. Golpeó sus cuatro patas y avanzó con rapidez antes de subirse a la cama bajo la mirada de los otros adultos, y con un pequeño ronroneo se estiró encima del pecho de su amo.

"¿Finvarra?", preguntó Selene confundida levantando ambas cejas cuando un pequeño portal se abrió y mostraba las imágenes de lo que había acontecido hoy. "¿Esos son vampiros?", quiso saber mientras miraba con preocupación y un poco de interés.

"Son extraños. Ese grupo tiene los ojos dorados y el otro grupo los tiene rojos", murmuró Elion mientras señalaba con su dedo.

"Los que tienen ojos dorados son vegetarianos, toman solamente sangre animal. Los que tienen ojos rojos siguen tomando sangre humana", señaló Elsa con fascinación. Siempre le gustaron los descubrimientos.

"Madre", llamó Elion mientras rodaba los ojos. Su madre era fanática de los descubrimientos y si esto le llamaba la atención, dudaba mucho que no lo dejara pasar hasta acorralar a esos vampiros y sacarles toda la información posible sobre su especie y por qué tomaban sangre animal.

Pasaron las horas y los nuevos inquilinos de Forks se encontraban durmiendo en la misma cama que Nimith, quien se removió cuando sintió los rayos de sol tocar su cara. Bostezó y confundido entrecerró los ojos para después abrirlos con pánico al recordar lo que había pasado la noche anterior. Nimith intentó levantarse de la cama y no pudo cuando sintió unos fuertes brazos alrededor de su cuerpo. Bajó la mirada.

"¿Mamá? ¿Papá? ¿Abuela?", preguntó confundido Nimith y su pecho hormigueó. Bajó la mirada y suspiró al ver su pecho desnudo. Allí ya estaba un pequeño dragón de fuego. "Mi vida es una locura", susurró antes de acostarse e intentar dormir de nuevo, cuando un movimiento en su lado izquierdo le hizo girar la cabeza. Se encontró con unos ojos verdes que lo miraban con amor. "Hola, mamá", suspiró con cariño cuando ella besó su frente en forma de saludo.