𝐎 𝐃 𝐍 𝐎 𝐋 𝐈 𝐔 𝐁 | 𝐁aku𝐃eku

.13. Camelia

☆

Después de aquel suceso, incluso Denki se sorprendió lo atento que el alfa se había vuelto.

Durante la semana en la que se quedó en los aposentos de Izuku, por las mañanas el alfa pasaba a revisar el estado del omega, tomando él mismo su temperatura e incluso desayunar con él para evitar que su omega se sintiera abandonado.

Todos en el harén también veían como algunos criados llevaban cofres y telas a sus aposentos.

— si el sultán sigue así incluso tu no podrás entrar a estos aposentos Izuku —bromeó terminando de guardar las telas en el armario.

— lo se, aunque cada que quiero negarme a más obsequios parece como si entendiera que me regale más —soltó un suspiro divertido.

Por fin Denki le había dejado levantarse de aquella cama para comer en la mesa baja frente a las ventanas.

Incluso habían controlado su alimentación, siendo principal la codorniz y manzanas rojas.

Luego por las noches le traía una taza de agua caliente para el té; que sabía horrible, para calmar los pequeños calambres y fortalecer el crecimiento de su futuro hijo.

— ¿cuando podré salir de aquí? —preguntó bajando el tenedor con un trozo de ave—. ni siquiera me ha crecido mi vientre Denki, puedo caminar

— si terminas la comida tal vez podremos salir, después de todo ya paso tu semana de recuperación —propuso—. solo cuido que no tengas otra recaída, aún no crece tu bebé pero debes cuidarte, sobre todo debes evitar exponerte a situaciones difíciles

——"y por difíciles me refiero a Eijirou y la sultana Mitsuki"

Pensó con molestia, las veces que había salido por toallas o sábanas limpias se había encontrado con la criada del Bas Kadin principal husmeando para saber el estado de Izuku.

O para soltar veneno en el harén, logrando que algunos los odiaran a él y a Izuku por ser "favoritos" del sultán.

Él solo servía a Izuku porque incluso él lo pidió, así que el favoritismo que el sultán le daba solo era a petición de su amigo, aunque solo le permitía ser su criado.

Y era molesto porque ya lo había acorralado un par de veces para preguntar si ya había muerto Izuku o si ya el palacio se libró de su brujería.

Lo que terminaba en regaños por parte de Keigo por peleas infantiles.

Haciendo que se enojaran más con él.

Soltó un suspiro cansado al pensar en la posibilidad de una nueva pelea entre el Bas Kadin e Izuku.

Por ahora se dedicaría a evitar encuentros con él y la madre del sultán.