◤✞ 𝖘𝖕𝖊𝖊𝖉 𝖔𝖋 𝖘𝖔𝖚𝖓𝖉 ✞◥ ( Rodrivan adaptación)

XXIII

Gorgeous - Taylor Swift

Spreen apenas llegó a Singapur a tiempo para su carrera y Rodrigo, llevándose la contra a sí mismo, terminó por acompañarlo. De hecho, acabó acompañando a Spreen por las siguientes tres carreras, de las cuales había perdido dos. Ahora estaban en la cuarta, el Grand Prix de Argentina.

Ser denominado WAG-aunque no fuera mujer-era algo a lo que Rodrigo ya se había acostumbrado y lo disfrutaba. Era divertido estar junto al equipo de Spreen, solo observando y escuchando el radio de Ferrari.

Además, los posts que hacían con sus reacciones siempre eran divertidos.

-Confirmación de radio, Spreen -escuchó la voz de Rubius en los audífonos.

Hubo un pequeño silencio que fue roto por Spreen cantando con demasiado entusiasmo.

-Take me home, ohh, just take me home.

Rodrigo soltó una risa.

-Gracias, Spreen.

-Just take me home, oh, out of style -continuó, ignorando por completo que ya no necesitaba seguir.

-Es suficiente, Spreen.

-You got that James Dean, daydream, look in your eyes.

El cantante miró mal al monoplaza de Spreen tan pronto pasó frente a donde estaban. No entendía como estaba tan tranquilo, pues no estaba cerca del primer lugar, Mariana le estaba ganando.

-La puta que los pario! Casi me choco con la pared.

-Deja de cantar y tal vez te concentres mejor -Rubius lo reprendió.

Spreen guardó silencio por las siguientes vueltas, soltando alguna que otra maldición dirigida a Juan, pero nada más.

Pareció concentrarse más en la carrera después de eso, estando detrás de Mariana y de Juan. Parecía que no podía perder al corredor de Mercedes en ninguna carrera.

-Están muy cerca -expresó con algo de estrés al chico a Slime.

El chico sonrió con suavidad y negó con la cabeza.

-Vas a acostumbrarte al estrés, créeme -le prometió, buscando a Mariana nuevamente. No era difícil, después de todo él seguía en el primer puesto.

Rodrigo envidiaba la tranquilidad de Slime, pero comprendía que de eso hablaba Spreen cada vez que le decía que su deporte iba a ponerle los pelos de punta. No sabía cuánto tiempo llevaban Slime y Mariana juntos, pero suponía que lo suficiente como para que Slime comprendiera todo lo que conllevaba.

Por supuesto que el hombre se emocionaba cada vez que Mariana adelantaba a algún piloto y se enfadaba cuando algo injusto o negativo sucedía, pero no era nada como Rodrigo. No tenía las emociones nuevas y relucientes, listas para explotar cada que un piloto rozaba a Spreen.

-Eso espero -dijo y mordió sus uñas con ansias.

Intentó tener la cabeza más fría en esos momentos e imaginar que es lo que podría estar pasando por la cabeza de Spreen en su lugar.

Por desgracia, él no era nada como Slime. -¡Pelotudo, deja espacio! -soltó sin pensarlo cuando Juan y Spreen estuvieron a punto de chocar en una curva-. Perdón, muy alto. Lo siento.

Se acostumbraría con el tiempo, estaba convencido.

Las últimas vueltas fueron Juan y Spreen compitiendo por el segundo puesto. Mariana ya ni siquiera estaba en peligro de que alguno de ellos lo adelantara, por lo que la tensión estaba en ese enfrentamiento en particular, Spreen tratando de avanzar para alcanzar al mexicano.