-Mi yo de hace 4 años no es nada comparado a mi yo en la actualidad, ahora .-dijo de manera pausada- permíteme presentarme Ocon .-ante la mirada de su alfa se dirigió a su ex esposo
16 de mayo, 594 días antes de Conocer a su destinado
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Se despertó gracias a que inconscientemente se había echo para el lado contrario a las sillas y se había caído al suelo sacándole un susto a si mismo. Se levantó entre risas y quejas hasta colocarse de nuevo en una silla, el pecoso aún seguida dormido, sus largas pestañas descansaban en sus mejías aún invadidas por algunas lágrimas. Era un omega muy lindo, de seguro a sus hermanos les iba a caer muy bien.
Saco su celular y tecleo el nombre de su hermano entre sus contactos y lo abrió para dejar un primer mensaje y luego busco otro, para pedirle a uno de sus hombres que pudieran el desayuno para Sergio y que le llevasen un capuchino a él.
Luego de un rato escucho unos leves toques en la puerta y se levantó para ir a abrir. Sergio seguía dormido así que no había problema con eso, abrió despacio la puerta y de la misma manera adentro ala enfermera para que dejara sobre la mesa pequeña la bandeja donde traía el desayuno del pecoso.
-Muchas gracias, feliz día .—se despidió el monegasco al ver que la mujer ya se iba
-A usted joven Verstappen, esperamos que su amigo se mejore pronto .—la mujer sonrió y cerrar la puerta con sumo cuidado para no causar ningún ruido fuerte
Jalo una silla y la acercó muy despacio ala cama del pecoso, la acomodo de buena manera y por fin se sentó orgulloso por su logro aún que no era la gran cosa, cualquiera podía jalar una silla y acomodarla pero para él eso era nuevo, ya que siempre alguien más hacia esas tareas simples y sencillas.
Suspiro y observó como Sergio empezaba a moverse pero no de esa manera en la que te mueves para acomodarte sino más bien, se movía como si quisiera despertar, como si tuviera mucho miedo. Una pesadilla. Se levantó rápidamente a él y le tomo la mano con firmeza.
-Sergio, Sergio despierta .—dijo moviendo un poco al pecoso– ¡Sergio! .—dijo exaltado cuando el pobre chico comiendo a sollozar
Abrió los ojos de golpe y se incorporo de una vez en la cama sentándose, estaba llorando y lo único que hizo fue aferrarse a él y llorar más fuerte cuando lo encontró con su mirada. Le habían quitado la capacidad de dormir tranquilo y compartir contacto físico con la mayoría de personas, temblaba casi siempre y se decía que era un inútil.
-Estoy aquí Sergio .—lo consoló mientras lo abrazaba– solo fue un más sueño estás conmigo, estoy aquí tranquilo .—canturreo escuchado al otro llorar
-No me dejes .—su voz estaba en un hilo– no me dejes Charles, te lo suplico, no quiero volver con ese hombre, no quiero .—Una daga directo al corazón, era doloroso ver a un omega inocente en ese estado
