-Mi yo de hace 4 años no es nada comparado a mi yo en la actualidad, ahora .-dijo de manera pausada- permíteme presentarme Ocon .-ante la mirada de su alfa se dirigió a su ex esposo
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15 de mayo, 595 días antes de Conocer a su destinado
No tenía las palabras suficientes para describir todo lo que había pasado, aún temblaba y le daba miedo si algún hombre se le acercará, el monegasco había conseguido que lo atendiera una mujer. Aún sentía el ardor en todo su cuerpo y estaba agotado por todo el esfuerzo que había echo manteniéndose despierto durante días buscando una oportunidad para salir
Había llorado como nunca en los brazos del castaño, había gritado y maldecido, había podido sacar todo ese dolor que guerdaba, por tanto daño echo en tan poco tiempo, se había preguntando la razón de tal atrocidad, pero no encontro una respuesta que concuerdara con su mala situación
No quería comer, su estómago estaba revuelto, se sentía sucio, muy sucio, incluso aún podía sentir las manos de Esteban sobre su piel, apretando y pellizcando la hasta que gritara por el dolor, aún resonaban algunas palabras en su cabeza, insultos, maldiciones que le fueron proporcionadas por ser un ser solo un inocente omega enamorado
Se odio por ser un omega, odió a Esteban pero odió más a sus vecinos, los odió tanto que se aseguraría de que pagaran de la peor manera si en un futuro se le era posible. Cuando escuchaban sus gritos lo unico que hacían es poner música a topé haciendo imposible que se escucharán sus quejidos y sus súplicas para el alfa se de tuviese
Recordaría eso, jamás los perdonaría, sabía que eran amigos del hombre que le había echo tanto daño y eso hacía que su odio fuera peor porque también se habían burlado de él muchas veces en lugar de ayudarlo; sintió como sus mejías estaban húmedas, alzo su mano para limpiar sus lágrimas pero solo logro taparse el rostro para comenzar a llorar otra vez
Se tapó la boca cuando un repentino llanto se hizo presente ocultando sus sollozos adoloridos y desamparados, no quería despertar al chico de ojos verdes que estaba dormido en cuatro sillas de manera incómoda en su habitación, ya había tenido mucho de él durante esa noche y sería mejor que lo dejara descansar; pero era difícil, le dolía como nunca antes y se sentía tan inútil
Sobresalto cuando escucho un pequeño tono, el de un célular mientras vibraba, el monegasco también lo escucho ya que se levantó de golpe asustado
-¡Estoy despierto! .-dijo exaltado el monegasco mientras se ponía de pie aún adormilado
Se limpio las lágrimas con la palma de su mano antes de que el monegasco le preguntara o se diera cuenta, este buscaba su celular en los bolsillos de su abrigo como loco y cuando lo encontró lo contesto con aún bostezó
-¿Diga? .—tomo la llamada y sonrió– disculpa si no avisé papá, tuve un imprevisto, nada grave no te preocupes .—aclaro mientras se sentaba en una silla– estoy en el hospital con un amigo .—oh ¿Se refería a él verdad?– si tranquilo ¿Crees que puedas preparar una habitación y que sea cómoda para mañana?
