-Mi yo de hace 4 años no es nada comparado a mi yo en la actualidad, ahora .-dijo de manera pausada- permíteme presentarme Ocon .-ante la mirada de su alfa se dirigió a su ex esposo
18 de mayo, 592 días antes de Conocer a su destinado
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No supo que se había quedado dormido hasta que estaban por despegar y la turbulencia lo sacudió un poco haciendo que abriera los ojos, aún había dolor en todo su cuerpo que se negaba a abandonarlo pero como pudo se incorporo en su asiento.
Charles estaba mirando por la ventana mientras sonreía, se miraba increíble con una camisa blanca formal arremangada, patalones negro y alguno que otro collar sobre su pecho. Sus orbes esmeraldas por fin encontraron su persona y fué resivido con una sonrisa.
-No quise despertarte, te mirabas muy tranquilo ¿Cómo te sientes? .—pregunto con normalidad mientras llevaba una golosina a su boca
-Bien .— fue lo único que pudo decir, se sentía avergonzado y muy vulnerable por alguna razón. El ojiverde lo observo mientras tras masticaba el dulce en su boca, le dió una sonrisa consoladora ya que sabía que eso no era fácil para él, estaba dejando su tierra para escapar de una cárcel, incluso el echo de que lo conociera a el era algo sumamente agotador.
-Eso es bueno, tus medicamentos son cada doce horas así que probablemente el dolor disminuya aún más .—alento y el pecoso asintió en respuesta– Sergio .—llamo obteniendo la mirada tímida del omega– está bien, no es tu culpa .—solto, sonrió haciendo que los ojos del tapatío se cristalizaran
-Yo... .—quizo articular algo pero su voz no lo permitió, de un momento a otro sintió el sabor salado sobre sus labios y sus mejías se sintieron húmedas
El castaño lo miro, se levantó y se acerco a él hasta sentarse a su lado -No fué tu culpa, no tienes porqué sentirte avergonzado .—eso fue suficiente para que el bronceado empezará a lagrimear. Lo abrazo contra su pecho lo más fuerte que pudo y soltó de sus feromonas para tranquilizarlo.
No hubo un llanto escandaloso, eran más bien lágrimas acumuladas que ahora salian por las veces que no habian pordido llorar, se sentía bien tener compañía, algo que lo abrazara aun que aún tenía miedo; puesto que no conocía a Charles, no sabía de dónde venía ni quien era en realidad pero le daba gracias por aparecer en su vida.
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