𝗠𝗢𝗗𝗘𝗟'𝗦 🪷┊Jude Bellingham fanfiction.
En el mundo de la fama todo puede pasar, ¿Pero afuera de ella todo sigue normal? ¿Que hay detrás de cada estrella?
𝐀𝐃𝐃𝐈𝐒𝐎𝐍 𝐊𝐎𝐋𝐄𝐑, es él tipo de chica que cumple con los estándares de cualquier...
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Addison pov.
Miraba con absoluta atención cada movimiento de Jude, tener que compartir habitación con él no era lo mejor que me podía pasar en estos meses, ni siquiera había pensado que algún día compartiría habitación con él, por lo cual solo prefería en estos momentos quedarme sentada en el sofá mientras mataba el tiempo en cualquier cosa. Una cama, solo había una estúpida cama en toda la gran habitación. Mientras yo estaba sobrepensando en mi noche, él parecía estar muy tranquilo organizando sus cosas, mañana sería su partido contra el Barcelona por lo que se mantenía enfocado en lo suyo.
Me levanté y salí al balcón, la suave brisa golpeó mi rostro refrescandome un poco, el cielo parecía estar despejado y lo único que lo acompañaba eran los puntitos blancos, la luna parecía jugar, se mantenía escondida entre las nubes sin dejarse ver por completo. Mis pensamientos poquito a poco se fueron disipando dejandome en un trance que fue interrumpido sin compasión por parte del moreno. Sus brazos rodearon por completo mi cintura y recostó su mentón en mi hombro, invadiendo todo mi espacio personal. Mi estómago dió un revuelco y mi corazón golpeaba con fuerza mi pecho, no me esperaba esa reacción de él, intenté mirarlo de reojo pero enseguida dí un mini brinco al sentir su nariz rozar la delicada piel de mi cuello. De repente las palabras de Jane aparecieron como eco en mi mente asustandome un poco, Jude no parecía ser ese tipo de chico y estar en esta situación no ayudaba para nada.
Un suspiro por parte del moreno antes de apartar su rostro de mi cuello terminó por erizarme y crear una bomba de pensamientos urgidos en mi mente.
— ¿te parece ir a caminar un rato? —se separó de mi girandome un poco para poder quedar frente a mí. Lo miré por un momento para después dirigir mi mirada a la calle, la noche todavía era joven por lo cual no tenía razón para negarme. Esbocé una sonrisa al mirarlo de nuevo y asentí.
