Bienvenidos a una colección de one shots que te llevará al mundo de los streamers y trapers, donde la música, la pasión y el drama se entrelazan en historias inesperadas. Desde los beats pegajosos de Bizarrap hasta las rimas de Lit Killah, pasando p...
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Alex, mejor conocido como Quackity, había terminado su stream hacía un par de horas. Había sido una noche intensa de risas y juegos, pero ahora solo quería relajarse y quizás... encontrarse con alguien especial.
Su teléfono vibró en la mesa. Era un mensaje de Roier, uno de sus mejores amigos y compañeros de stream.
--Oye, cabrón, ¿vienes a la fiesta o qué? Mi hermana también está aquí, le caes bien. No te hagas el rogado.
Alex sonrió ante el mensaje. Había conocido a t/n hacía unas semanas, y desde entonces, no podía sacársela de la cabeza. Habían pasado varias noches hablando hasta tarde, compartiendo risas y secretos. Aunque se prometió a sí mismo no enamorarse, algo en ella lo tenía atrapado.
--Ya voy para allá. Dile a tu hermana que me guarde una cerveza --respondió Alex.
Con el corazón latiendo más rápido de lo normal, se dirigió hacia la fiesta. La casa de Roier estaba a solo unas cuadras, así que decidió caminar, disfrutando del aire fresco y de las luces de la ciudad.
Al llegar, la música retumbaba desde adentro. La puerta estaba abierta, y al entrar, fue recibido por un montón de caras conocidas. Pero la que más buscaba no estaba a la vista.
--¡Alex! --gritó Roier, acercándose con una sonrisa--. Pensé que no vendrías, güey. Anda, pásale.
--¿Dónde está tu hermana? --preguntó Alex, tratando de sonar casual.
--Por allá --dijo Roier, señalando hacia el patio trasero--. Y por cierto, ni te hagas ilusiones, cabrón. Es mi hermana, te recuerdo.
Alex rió, dándole una palmada en la espalda antes de dirigirse hacia el patio. Al salir, la vio. t/n estaba de pie, conversando con unos amigos, su risa era contagiosa. Al verlo, sonrió y se acercó.
--¡Alex! Qué bueno que viniste --dijo ella, abrazándolo--. Te estaba esperando.
--Sí, bueno, no podía perderme esta fiesta --respondió él, tratando de mantener la calma--. ¿Me guardaste esa cerveza?
--Claro que sí --dijo ella, guiñándole un ojo. Le entregó una cerveza fría y lo invitó a sentarse con ella en una mesa apartada.
Mientras charlaban, Alex no podía dejar de pensar en lo que había pasado la última vez que estuvieron juntos. La letra de una canción que había estado escuchando resonaba en su cabeza:
"Busco una excusa pa' volverte a ver Me obsesiona comerte otra vez Es que no puedo parar de pensar lo que hicimo' esa noche"
Las palabras se sentían tan reales, tan exactas a lo que él sentía por t/n. Había algo en ella que lo atraía como un imán, algo que no podía ignorar.
--¿En qué piensas? --preguntó ella, notando su distracción.
--En ti --respondió honestamente--. En lo que hicimos esa noche.
