Después de unos días de relativa calma, la vida de Moon volvió a llenarse de tensión. Estaba de camino a la escuela cuando recibió un mensaje de Alex: había otra pelea programada para esa noche. Moon sabía que no podía rechazar, aunque una parte de él deseaba escapar de este ciclo de violencia.
Esa noche, se encontró en un almacén abandonado en el extremo sur de la ciudad. El lugar estaba lleno de rostros familiares y desconocidos, todos ansiosos por ver la pelea. El ambiente era denso y cargado de anticipación. Alex lo esperaba en la entrada, con una expresión seria.
"Moon, esta vez es diferente," dijo Alex, mientras encendía un cigarrillo. "El tipo con el que vas a pelear no es como los demás. Se llama Ripper, y tiene una reputación de ser despiadado. Ten cuidado."
Moon asintió, sintiendo un nudo en el estómago. Sabía que esta pelea no sería como las anteriores. Ripper no era solo un peleador, era una amenaza real.
Mientras esperaba su turno, Moon se preparó mentalmente. Recordó los entrenamientos, las peleas pasadas, y el consejo de su padre de nunca rendirse. Tomó profundas respiraciones, intentando calmar los nervios. Miró a su alrededor, buscando alguna señal de apoyo en las caras de la multitud, pero solo encontró miradas ansiosas por el espectáculo.
Finalmente, llegó el momento. La multitud se abrió para dejar paso a Moon y Ripper. Ripper era un hombre alto y musculoso, con cicatrices que cruzaban su rostro, dando testimonio de innumerables batallas. Sus ojos eran fríos y calculadores, llenos de una determinación que igualaba a la de Moon.
El árbitro improvisado dio la señal, y la pelea comenzó. Ripper lanzó el primer golpe, un puñetazo poderoso dirigido a la cabeza de Moon. Moon lo esquivó por poco y contraatacó con una serie de rápidos jabs a las costillas de Ripper. La multitud rugió con cada intercambio de golpes, alimentando la intensidad del combate.
Ripper era fuerte y rápido, pero Moon tenía la agilidad y la resistencia de su lado. A medida que la pelea continuaba, ambos combatientes empezaron a mostrar signos de desgaste. Moon recibió varios golpes duros, pero se mantuvo en pie, utilizando cada onza de su fuerza y habilidad para mantenerse en el juego.
En un momento crítico, Ripper bajó la guardia momentáneamente. Moon aprovechó la oportunidad y lanzó una combinación de golpes que culminó en un poderoso gancho de derecha. Ripper tambaleó, y la multitud contuvo el aliento. Con un último esfuerzo, Moon lanzó una patada giratoria que conectó con la cabeza de Ripper, derribándolo al suelo.
La multitud estalló en vítores cuando Ripper cayó, inmóvil. Moon, respirando con dificultad y sintiendo cada golpe en su cuerpo, se mantuvo en pie, mirando a su oponente caído. El árbitro improvisado declaró a Moon como el vencedor, levantando su brazo en señal de triunfo.
Alex se abrió paso entre la multitud y se acercó a Moon, una mezcla de alivio y orgullo en su rostro. "Lo lograste, Moon. Sabía que podías hacerlo," dijo, entregándole un fajo de billetes.
Moon asintió, apenas registrando las palabras de Alex. Su mente estaba en otro lugar, pensando en las decisiones que lo habían llevado a esta pelea y en lo que vendría después. Sabía que esta victoria, aunque significativa, no era el final de su lucha.
De regreso a casa, Moon se dejó caer en su cama, sintiendo el dolor y el cansancio invadir su cuerpo. Mientras miraba el techo, reflexionó sobre la pelea y lo que significaba para su futuro. Sabía que no podía seguir viviendo de esta manera, arriesgando su vida en cada combate.
La noche era tranquila, y por primera vez en mucho tiempo, Moon sintió una chispa de esperanza. Sabía que el camino por delante no sería fácil, pero estaba decidido a encontrar una manera de salir del ciclo de violencia y construir un futuro mejor para él y su padre.
Con ese pensamiento, se permitió cerrar los ojos y dejarse llevar por el sueño, soñando con un mañana donde la lucha significara algo más que sobrevivir, donde pudiera encontrar un propósito y una nueva razón para pelear.
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El Peleador Callejero Y el Alfa
مستذئبAiden Blackwood, el futuro Alfa de la manada Blackwood de Moon Creek, y Mark "Moon" Moontengo, un joven peleador callejero, no podrían haber tenido vidas más diferentes. Aiden, con 22 años, alto, robusto, de ojos verdes y cabello negro desordenado...