— ¿Ángel ? — La voz de Robby la saca de su ensimismamiento, devolviéndola a la realidad de golpe y dejándola desorientada.
Hace unos minutos, había presenciado una escena desgarradora: un niño llorando desconsoladamente al enterarse de la muerte de sus padres. La tristeza y el escalofrío que sintió aún la recorrían. También había escuchado los gritos desesperados de una señora al enterarse de que había perdido a su bebé, lo que la hizo estremecer. Y, para colmo, había visto a un joven llegar con un objeto metálico incrustado en el cuello. Si se ponía a pensar en las posibilidades de supervivencia, parecían muy bajas. Pero, en cambio, las posibilidades de tener pesadillas esa noche parecían muy altas.
Por esa razón, nunca le había gustado ir a hospitales; siempre había caos y dolor. Pero, para su mala suerte, visitar a Robby en el hospital se había vuelto una costumbre frecuente, a pesar de que ella odiaba los hospitales más que nada en el mundo.
La ironía de la situación no se le escapaba: aunque detestaba los hospitales, se encontraba allí una y otra vez. Luchando con el deber y el hacer, está consciente de que debe alejarse del chico, pero no lo hace.
¿Por qué?
Ya no quiere dar más vueltas a todo el asunto con la misma pregunta, ni con sus respuestas vagas. A veces se convence de que lo hace por saldar una deuda inexistente con Robby, o por el sentido de la mera culpa. Otras veces da por hecho y sentado que lo iba a dejar a su suerte, como si fuera una forma de castigo por una enemistad que ni siquiera ellos son los autores principales el uno para el otro.
El problema de Robby era únicamente Miguel, no ella. Y el problema de Tory era Samantha, no Robby.
Sin embargo, se encuentra atrapada en una red de emociones y obligaciones que no logra desentrañar. La confusión y la duda la acosan, y no sabe cómo salir de este laberinto en el que ella misma se metió
— ¿Pasa algo, mi Ángel? — Tory pestañea, al escuchar cómo la llama Robby.
Desde que se despertó la había llamado "Ángel", un apodo que le parecía muy lejano de lo que era ella realmente. Aun así, se estaba acostumbrando a aquel apodo, no quería ser grosera ni mucho menos quería quitarse aquel mero sentimiento indescriptible y agradable que sentía cuando la llamaba así.
Pero ahora...
"Mi ángel"
Aquello la ponía de los nervios, y más cuando él la miraba con esa sonrisa juguetona llena de amabilidad, ternura y cariño.
Pareciera como si ella fuera algo que adorar
Sin duda era incómodo tanta atención, no estaba acostumbrada a que la trataran con tanta dulzura. Y menos aún con Robby, que siempre había sido distante con ella, por obvias razones. Pero ahora, con esa sonrisa y ese apodo, parecía que la veía de una manera diferente
Eso la confundía aún más.
— ¿Tengo algo en la cara— Vuelve a preguntar Robby con una pequeña sonrisa juguetona en sus labios — ¿Por que estas tan roja?
— ¿Eh?
Inevitablemente, siente como sus mejillas le empiezan a quemar.
¿Por qué se siente tan rara cuando está con él?
—Estás fuera de sí, ¿pasó algo malo? —pregunta.
Tory niega con la cabeza, nada iba mal. En realidad, las cosas eran lo contrario: todo está bien.
Lucas aceptó entrar a Cobra Kai y pasó la prueba. Ella se ha vuelto la mano derecha de su sensei.
La salud de su madre está bien, y Brandon tiene unas excelentes notas en su colegio.
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•𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐌𝐄 ⇢ Keenry
Fanfiction━━ 𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐌𝐄 | Keenry 𝒜 | ❝SÁLVAME DE MI OSCURIDAD❞ Donde Robby, es quien se cae del Balcón y antes de quedar inconsciente le ...