Prisoner of Azkaban// Wolfstar/Harco

37

Remus empuja a Sirius, quien cae al agua y comienza a reír, contagiándole la sonrisa. Harry los mira desde su lugar, está feliz de tenerlos.

-Que no quiero venir a la playa, madre- se queja la voz de Malfoy a lo lejos, Harry se deja caer sobre la arena, no quiere charlar con él. Se avergonzó aquella noche, ¡admitió que era lindo!

-Vendrás igual porque para eso viajamos.

-¿Y padre por qué no viene?

-No pude obligarlo.

-Espero que hayas contratado una carpa grande y con hechizo de frío incorporado.

-No, simplemente una sombrilla, como el resto de los mortales.

-No soy un simple mortal.

-Mira, ahí está Sirius y Remus, ve a saludarlos.

-No, ellos son raros.

-No son raros, Draco.

-Parecen... gays.

-Eso no es ser raro, son gustos.

-Pero papá dice...

-No escuches a tu padre.

-Sí, madre,

-Iré a saludar.

-¿No abrirás ese paraguas gigante? 

-No, hazlo tú, ya estás grande.

-Pero mami- se queja, pero Cissy ya se alejó- mierda- Draco pasa 20 minutos luchando contra la sombrilla, intentando que no se vuele.

-¿Necesitas ayuda, niño?- se burla Potter acercándose.

Draco eleva una ceja y lo mira de arriba abajo. Harry lleva tres años entrenando con el quidditch y con cada problema nuevo, comenzó a entrenar para prepararse para una posible futura guerra. Además correr en círculos por el campo de quidditch lo distrae. 

-No- responde apartando la mirada.

-Mira tu brazo- se queja tomando el brazo de Malfoy- te heriste con una sombrilla ¿como hiciste eso?

-No sé, ya déjame.

-Ven conmigo.

-¿Qué?

-Así no armamos la sombrilla, ven conmigo. Papá hizo sandwichs.

Draco lo mira a los ojos.

-¿De qué?

-Ni idea, están ricos.

Malfoy suelta la sombrilla y lo sigue.