𝐆𝐨𝐧𝐞 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐌𝐨𝐫𝐧𝐢𝐧𝐠 - 𝐀𝐥𝐥 𝐨𝐟 𝐔𝐬 𝐀𝐫𝐞 𝐃𝐞𝐚𝐝

𝟓 | 𝐅𝐮𝐥𝐦𝐢𝐧𝐚𝐭𝐞

𝒇𝒖𝒍𝒎𝒊𝒏𝒂𝒕𝒆 - 𝒄𝒂𝒖𝒔𝒆 𝒕𝒐 𝒆𝒙𝒑𝒍𝒐𝒅𝒆 𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒏𝒕𝒍𝒂 𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒍𝒐𝒔 𝒏𝒐𝒔𝒆
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El silencio es sofocante tras la despedida de la señorita Park tras la de Na-Yeon, pero la fresca brisa nocturna que roza tu piel es un amortiguador acogedor. Sigues sentada junto al alféizar de la ventana, sin saber si ha pasado suficiente tiempo como para considerarte a salvo después de lo que sucedió con Gyeong-Su antes

Unos pasos suaves se detienen cerca de ti y, sin siquiera mirar, puedes saber que pertenecen a On-Jo. "Kuri, sabes que puedes volver aquí, cerca de nosotros, ¿verdad? Estoy bien, y tú también. Si algo pasara, ya habría sucedido. Ha pasado mucho tiempo desde esta mañana".

Te giras hacia ella y le dices: "¿Crees que somos inmunes?"

"¿Inmunes?"

"No uses palabras difíciles con ella", bromea Cheong-San.

"¿Me estás llamando estúpida?" On-Jo se cruza de brazos, casi haciendo puchero.

"Lo dijiste tú, no yo." Alzando ambos brazos en señal de no ofender, On-Jo finalmente vislumbra el desastre sangriento que son las manos de Cheong-San, su pregunta ya había sido olvidada.

"¿Por qué hiciste eso? ¡Mira tu mano!" lo regaña On-Jo, pero solo está llena de genuina preocupación mientras agarra su mano derecha para inspeccionar los cortes, ajena al estado nervioso de Cheong-San mientras intenta mirar a cualquier lado excepto donde sus manos se tocan. Él te mira a los ojos y tú le haces muecas con picardía, empujando tu cabeza hacia On-Jo.

"No estás bien, idiota" suspira On-Jo, pero no suelta su mano. "Lamento que probablemente esto no sea lo que quieres escuchar ahora, pero sé fuerte."

Cheong-San retrocede. "No me consueles. Nunca has sido buena en eso". Casi retira su mano, casi, pero lo piensa mejor.

"Solo te estoy devolviendo el favor." On-Jo apoya su mano sobre la tuya, que está sobre tu regazo. "I-Sak era una de mis mejores amigas, pero nunca pensé en lo preciada que era para mí hasta que la perdí. Pensar en el hecho de que se ha ido me hizo sentir como si todo mi mundo se derrumbara. Estoy agradecida de que me hayáis consolado en ese momento." Te aprieta la mano una vez antes de mirar a Cheong-San. "No quiero que te regodees en la culpa como yo lo hice, pensando en lo que hubiera pasado si y cómo podríamos haber salvado a nuestros amigos."

"¿Creéis que Gyeong-Su esté en algún lugar por ahí?" Cheong-San os dirige la pregunta .

"Por supuesto que sí. Un día, él encontrará el camino de regreso a nosotros".

"I-Sak también. Estoy segura de ello", añade On-Jo. "Estaremos bien", reformula. "Me pregunto si todos los demás también están bien".

"Tu padre es bombero y los padres de Kuri son médicos. Tengo muchas esperanzas de que sepan cómo protegerse. En cuanto a mis padres, deberían estar en el restaurante como siempre; es lo más importante para ellos. Tal vez los zombis se estén comiendo nuestro pollo frito ahora mismo", dice Cheong-San.

"Lo que daría por volver a comer ese pollo frito", murmura On-Jo.

"Dijiste que era salado" le recuerdas.

"Aún así, estaba delicioso."

"Yo también quiero un poco. Comeré porciones suficientes por todos los que hemos perdido; una para cada uno de ellos".

"Vamos a tomar algo" promete Cheong-San con firmeza. "Os invitaré a las dos cuando todo esto termine y salgamos de aquí."

La conversación se calma y los dejas a ambos junto a la ventana abierta, pensando que quizás quieran estar solos aunque ninguno de los dos lo admita jamás. Cuando bajas del alféizar de la ventana, ves a todos dispersos por la habitación, perdidos en sus propios pensamientos, con miradas distantes en sus ojos vidriosos. Su-Hyeok está sentado en el borde de una mesa fuera de la cabina de grabación, con las manos en los bolsillos y mirando hacia abajo, inmóvil.