Capítulo 3 - Sangre

234 37 7
                                    

Punto de vista de Lisa Manobal

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Punto de vista de Lisa Manobal.

— Y esta es mi pequeña y dulce casita. — Le sonrio una vez las dos nos encontramos en el Living.

Jennie observa el interior con curiosidad. Sus ojos parecen más oscuros que de costumbre. Además, mantiene una postura elegante y fina, algo que me llama la atención, puesto que la hace ver imponente a pesar de estar en este tugurio que tengo por hogar.

Seguro ella vive en una de esas mansiones minimalistas, dónde invita a su familia numerosa en la que destacan por lo perfectos y guapos que son cada uno de los miembros de su familia. De esas que se juntan cada domingo para celebrar una barbacoa familiar, con una copa del vino más caro en su mano, rodeada de esculturas abstractas hechas por artistas que no tienen ni idea de arte y esa típica piscina infinita al pie de la playa.

Creo que estoy hablando demasiado.

Jennie camina con elegancia para después posar su mirada en mi. Al instante, su rostro serio se transforma. Las comisuras de sus labios se elevan hacia arriba y me sonríe con ternura. Al instante me quedo prendada por su sonrisa. Es la mujer más hermosa que he visto en toda mi vida.

— ¿Qué te parece? No es muy grande y seguro que estás acostumbrada a algo más glamuroso.

— Es perfecta. — me interrumpe. — Tiene tu esencia en cada esquina...

Parpadeo atónita en cuanto la tengo delante. Jennie sonríe tímidamente y tengo que forzarme a carraspear y tragar saliva para eludir mi atención de sus carnosos labios. Reí algo nerviosa y rasqué mi nuca por el alago. Entonces, mi pequeña y dulce gata, Lili. Nos interrumpe acercándose a nosotras con un maullido. Bajo mi vista a mis pies y encuentro a la pequeña frotando su cuerpo de forma amistosa contra las piernas de la mujer que tengo en frente. Es la primera vez que mi gata no huye ante una visita y se acerca a saludar.

— ¡Lili! — me agacho frente a la mujer y sostengo a mi gata en brazos. — Oh, mira quien se a acercado a saludar...

Alzo al animal y lo cargo en mi pecho para después proporcionarle una avalancha de besos por todo su peludo y adorable rostro. Jennie mira al animal con los ojos completamente abiertos. Traga con dificultad y da un paso hacia atrás.

¿Acaso tiene miedo a los gatos?

— Lili, mira, esta es Jen. Una amiga. Tienes que ser buena con ella, hoy se quedará a dormir. — la gatita me mira y restriega su cabeza por mi mentón en busca de más mimos.

Jennie observa la situación sin decir nada. Su mirada alterna del gato a mí unas cuantas veces.

— ¿Estas bien? ¿No me digas que te dan miedo los gatos?

— No, no... Estoy bien... — fuerza una sonrisa. — Solo es que... Tu gata huele mucho a ti. Es todo.

Frunzo el ceño sin entender su comentario. ¿Huele a mi? ¿Qué querrá decir con eso?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 05 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi pequeña vampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora