𝐈𝐋𝐄𝐆𝐀𝐋𝐄𝐒 -- 𝐉𝐄𝐍𝐋𝐈𝐒𝐀 - 𝐂𝐇𝐀𝐄𝐒𝐎𝐎 ‖𝐀𝐔‖

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POV JISOO.

Había pasado un largo último mes desde que aquella noche, mi Nini casi...

Fueron unos días muy difíciles al no saber si estaría bien, si sobreviviría a las operaciones que le tuvieron que hacer de emergencia. Gracias a Dios todas habían salido bien, pero no todo podía ser felicidad, ¿cierto?

Los doctores habían dicho que el estado de Jennie era tan grave que lo mejor sería sedarla, hasta que ya su cuerpo estuviera más recuperado y ella al despertar no sufriera tanto de dolor.

Tanto su madre cómo nosotras habíamos estado de acuerdo con ello, ya que lo que menos queríamos era verla sufrir esos intensos dolores.

Por otro lado, estaba Lisa.

La cuál en un mes apenas y había comido y dormido, puedo contar con una mano las veces que no durmió acompañando a Jennie y fue sólo porque Jilian o su madre le insistieron o mejor dicho le ordenaron que debía ir a descansar o si no se iba a desplomar.

Ella también sufrió algunas cortadas y quemaduras ya que se encontraba bastante cerca Cuando ocurrió aquello. Pero ya estaba casi completamente recuperada.

Con Rosé había discutido varias veces últimamente con ella, ya que seguía insistiendo en que todo había sido su culpa, que si hubiera llegado más temprano y elegido ese auto la que estuviera ahí fuera ella y no Jennie, que si no se hubiera alejado y se hubiera quedado a ayudar a la castaña, quizás no se encontraría acostada en esa gran camilla luchando por recuperarse.

Todas las personas a nuestro alrededor le habíamos dicho que nada de esto era su culpa. Pero ella seguía con eso metido en la cabeza.

Con mi rubia le habíamos contado sobre el atentado que pensamos que sería para ella y que tristemente casi hace que Rosé salga lastimada.

Ella concordó con nosotras que todo esto que ha estado pasando es específicamente enviado hacía ella.

Hacía un mes que Lisa juró encontrar a la persona o personas que estaban detrás de todo esto, y por supuesto nosotras le ofrecimos toda nuestra ayuda.

Me daba tristeza verla así. A pesar de conocerla de no hace tanto, no era la misma Lisa de antes, se le veía apagada, desanimada, sin esperanzas. La única vez que volví a ver un brillo en su mirada fue hace varios días cuando el doctor nos dijo que puede que hoy le dejen de suministrar el sedante a Jennie, ya que su cuerpo estaba un poco mejor.

Iba con Rosé hacía la gran habitación privada que había conseguido La Reina para poder estar todos a gusto.

La rubia a mi lado ha sido mi mayor pilar este último mes, ella me ha dejado llorar en su hombro y me ha calmado con palabras dulces.

A pesar de que aún seguimos teniendo que vernos en privado, para no decir a escondidas, nuestra relación se ha hecho más fuerte.

Quizás el pasar por todo esto juntas nos unió.

Yo aún sigo intentando conseguir las pruebas que necesito para mandar a la cárcel a aquel sujeto que impide nuestra felicidad.

Tanto Lisa, como Rosé y yo hemos dejado nuestros trabajos a un lado.

Lisa que es la que tiene más responsabilidades, su madre le ha ayudado mucho. Al parecer La Reina también ha notado la preocupación de su hija por mi amiga, y sospecha que hay algo ahí, ya que me lo confesó hace días.