Pam y Perla platican

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Mientras tanto Perla seguía volando triste y Pam le decía que la esperara.

Pam: (Llamando) Espera, por favor.

Perla se detuvo en unas rocas

Perla: (Triste, volando) ¿Qué quieres?

Pam: (Intentando tranquilizar) Solo quiero hablar contigo.

Perla: (Enojada) ¿De qué?

Pam: (Explicando) Escucha, sé que lo que dije estuvo mal, pero no me parece justo lo que le hiciste a Blue.

Perla: (Con tristeza, soltando una lágrima) Una vez, Blue rompió mi corazón.

Pam: (Empática) ¿Quieres contarme?

Perla: (Narrando en primera persona y en pasado) Cuando conocí a Blue, él al instante se enamoró de mí, pero yo no me impresioné al conocerlo, ya que lo único que pensaba era en escapar del aviario. Siguiendo los consejos de Nico y Pedro, Blue intentó besarme, creyendo que eso era lo que yo quería, pero esto solo causó que me enfadara y que lo atacara. Terminamos peleando por eso.

Después, un niño pobre llamado Fernando nos secuestró a Blue y a mí, y nos llevó a la guarida de unos traficantes de aves que planeaban vendernos fuera del país. Nos encadenaron de las patas y nos encerraron en una habitación con muchas otras aves robadas.

Pam: (Con interés y preocupación) ¿Qué pasó después de eso, Perla?

Perla: (Recordando) Una cacatúa llamada Pepillo nos contó que años atrás, un loro le arrebató su puesto en un programa de televisión, lo que lo volvió malo y lo llevó a robar aves exóticas. Yo intentaba desesperadamente escapar de la jaula, pero Blue, acostumbrado a ellas, la abrió sin esfuerzo. Salí volando, pero estaba encadenada a Blue, quien me confesó que aún no sabía volar. Nos vimos obligados a escapar a pie. Logramos evadir a los traficantes y a Pepillo, pero nos perdimos en la selva.

Pam: (Expresando asombro) ¡Qué historia tan increíble, Perla! Nunca imaginé todo lo que habían pasado.

Perla: (Narrando) Al día siguiente, Blue y yo intentamos romper la cadena que llevamos en las patas, pero no lo conseguimos. Posteriormente, conocimos a Rafael, un tucán toco que se ofreció a ayudarnos a llegar con Luis, un amigo suyo que podría quitarnos las cadenas. A pesar de la negativa de su irritante esposa Eva, Rafael logró convencerla seduciéndola. Intentó enseñarle a Blue a volar, pero el intento resultó terriblemente mal. Finalmente, nos subimos a una camioneta que nos llevaría con Luis.

Pam: (Preguntando) ¿Y ese tucán se convirtió en su amigo?

Perla: (Respondiendo) Jejeje, sí, un muy buen amigo.

Pam: (confundida) ¿Por qué esa Eva es irritante?

Perla: (Respondiendo) Porque cuando canta, tiene una voz horrible, y la mía al cantar es hermosa. Es mi amiga y todo, pero no me gusta su voz.

Pam: (Preguntando) ¿Sabes cantar?

Perla: (Respondiendo) Eh, jejeje, sí, ¿por?

Pam: (Respondiendo) Un día quisiera escucharte, pero continúa con tu historia.

Perla: (Narrando) En fin, llegamos al destino con Blue, Rafael y yo y nos encontramos con Nico y Pedro. Nos dijeron que Luis se había ido en un tranvía y que para alcanzarlo tendríamos que tomar el siguiente. Mientras tanto, nos dirigimos con Blue a un club de samba, donde Nico y Pedro cantaron una canción. Blue empezó a bailar y terminamos bailando juntos. Fue entonces cuando descubrí que estaba enamorada de Blue. Justo cuando estábamos a punto de besarnos, unos monos tití irrumpieron en la fiesta y nos obligaron a ir con ellos. Todo terminó en una pelea entre aves y monos. Logramos derrotarlos y escapar con la ayuda de una espátula rosada hacia el tranvía, acompañados de Rafael, Nico y Pedro.

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