JJK - El adiós despues de Amanai (Gojo/Geto)

Capítulo 4: Noche de películas.

Kokoto termino su tarea, caminó hasta la ducha y se dio un delicioso baño caliente. Pensó que su día había llegado a su fin y que era hora de simplemente recostarse en la cama, con su pijama de dinosaurio a ver doramas. Fue a la cocina, buscó algo de comer en la nevera, se preparó un sándwich y feliz caminó de regresó a su encuentro con su cama y la televisión, todo era deliciosamente perfecto pero… ¿Ya sabes lo que pasa cuando algo es demasiado perfecto, no?

Kokoto jamás había pronunciado tantas groserías en su vida como en aquel momento, todas las chicas de pabellón de mujeres se enteraron que Kokoto tenia visitas nocturnas, lo que ninguna de ellas sabia en realidad, es que los visitantes, llegaron sin ser invitados.

—¡LLEGAMOS!¡ABRE LA PUERTA, MOCOSA!

—¡BAJA LA VOZ, SATORU!

—¡QUE ME ABRAS CARAJO! ¿¡CUANTO TIEMPO MÁS PIENSAS DEJARME AQUÍ PARADO!?—. Gojo, golpeó la puerta con los puños. —ME ABRES O TIRO LA PUERTA!

Kokoto resignada corrió y abrió la puerta, ambos chicos miraron a Kokoto de pies a cabeza y luego comenzaron a reír a carcajadas.

—Que tierna eres, Kokoto—. dijo, Geto riendo un poco más bajo. —Muy coqueto tu pijama.

—Hola, mamá dino, tus hijos vinieron a ver pelis~.

Kokoto se froto el puente de la nariz, claramente irritada con esto, se hizo a un lado y dejo pasar a Geto y Gojo que no tardaron en instalarse en su cama, cargando comida y refrescos. Ambos se miraron cuando vieron la lista de doramas coreanos que ella tenia en su lista de favoritos, Gojo quien arrugaba la nariz, cogió el control remoto y prendió el DvD.

—Trajimos películas, Suguru eligió algunas de su elección y yo he traído un par de las mías.

—¿En serio? Me han seguido todo el día, desde el entrenamiento, la cafetería…

—La comida que yo pague, te recuerdo—, interrumpió Gojo, —y que claramente disfrutaste mucho.

Kokoto hizo rodar los ojos.

—Si, estaba deliciosa y el té es lo más exquisito que he probado…

—¡Soy el mejor!—. Se jacta Gojo, estirándose en la cama.

—¿Por qué están aquí, chicos? —preguntó, Kokoto con un tono de resignación.

—Vinimos a hacer más feliz tu noche.

Kokoto levanta la ceja y se lleva los puños a la cadera.

—Inicialmente fuimos con Shoko pero ella esta ocupada ayudando a curar a los hechiceros lesionados que llegaron de la ultima misión.

—Siempre volvemos a nuestra habitación a ver pelis solo nosotros dos, pero Suguru pensó que era mejor verlas con Shoko, pero en vista de que ella no esta disponible, no quisimos desperdiciarte.

—No mientras que la idea te gusto desde el primer momento.

La chica respiro unos momentos, se sentó al borde de la cama y se quitó la capucha de dinosaurio de la cabeza para mirar a los dos chicos.

—¿Podrían prometerme algo?

—¿Qué cosa, Kokoto?

—Ambos… Regresen sanos y salvos de la misión por favor…

Los dos chicos se congelaron, miraron a Kokoto sonrojados con una sonrisa en los labios.

—Confía en nosotros, no por nada somos los mas fuertes.