Camino con fingida tranquilidad a través del túnel, mientras siento el sudor caer por mi espalda. Un punzante dolor latía en mi pierna, pero caminaba tan derecha como era posible. No podía dar ninguna señal que me delatara. De por sí, me era difícil mantener mi camuflaje un día normal por muchas horas. ¿Pero con el dolor? Era mil veces más duro.
Dolía como la mierda.
Algunos guardias se cruzan en mi camino y los saludo alegremente, fingiendo normalidad, hasta al fin llegar a las compuertas de la estación.
Desde hace un tiempo, mi hermano Rashn había comenzado a sospechar de los Keolbhones, una especie aliada de nuestro pueblo. Nuestra alianza había perdurado por centenares de años, pero recientemente con la coronación de Atlash como su nuevo rey, las cosas comenzaron a tambalearse. Habíamos comenzado a recibir ataques en nuestras bases mas alejadas por seres inidentificables, o al menos eso es lo que ellos habían pensado.
Inteligencia Qretiriana logro prever uno de los ataques e identificaron a los Keolbhones como los responsables. Comenzamos una denuncia ante el consejo de paz, pero alegaron desconocimiento del grupo de "salvajes", sentenciando a su propia gente a la muerte. Por ello habíamos decidido realizar una pequeña inspección interna, para buscar pruebas de sus ataques y saber que era lo que exactamente buscaban.
dijo la voz electrónica en la compuerta.
Concentre todas mis fuerzas en mi mano replicando con exactitud las huellas del general al que estaba suplantando. Sudor frio corría por mi frente y espalda cuando puse mi mano para el escaneo y la puerta se abrió con éxito.
Había logrado extraer una tarjeta de información de la oficina de seguridad, en donde estaban todos los registros de las ordenes de ataque hacia nuestras bases, y datos vitales que expondrían a Atlash como el responsable de ello.
Sin embargo, había tenido que luchar por la información y matar a un par de guardias. La lucha no era un problema para mí, había sido entrenada desde niña como cualquier otro orgulloso guerrero Qretirian. Pero un accidente de joven, que me había marcado, también había dejado débil mi pierna derecha, en la que uno de los jodidos guardias me había golpeado con una barra de shalha.
Camine rápidamente hacia la nave del general al que estaba suplantando, había investigado al hombre y no seria raro que navegara fuera del planeta durante las horas del trabajo para visitar algún burdel. Así que esperaba no levantar sospechas mientras pedía permiso a la torre de control para partir. Todo era mas bien por protocolo, podría salir del planeta en cualquier momento. Pero estaba usando una nave enemiga, no quería cometer errores si no hacia falta.
—¿Motivos de salida? –Pregunto con voz aburrida un hombre al otro lado de la radio.
—Viaje personal.
—Correcto, salida marcada.
Apenas la comunicación termino, solté un fuerte suspiro de alivio. Mi cuerpo comenzó a zumbar y a calentarse por dentro mientras dejaba ir mi camuflaje. Me incline hacia atrás en el asiento por un minuto completo mientras respiraba de forma entrecortada. Ahora que había dejado ir mi camuflaje, la sangre fluía libremente a lo largo de mi pierna, la cual poco a poco comenzaba a adormecerse.
Mi piel ya pálida, había perdido el suave tono lavanda que la iluminaba normalmente y comenzaba a verme realmente blanquecina. Parpadee fuertemente cuando comenzó a pesarme la cabeza, no podía desmayarme ahora que estaba tan cerca de salir del planeta.
Mi hermano contaba conmigo. Todos lo hacían.
Había comenzado a operar la nave marcando su destino hacia una casa de operaciones cercana para luego partir desde ahí hacia Qhrethan, cuando comenzaron a sonar las alertas en la nave.
—Salida Denegada. Salida Denegada. –Comenzó a repetir una voz robótica en el altavoz, al mismo tiempo que las compuertas de la estación se abrían y un escuadrón con las armas apuntándome se acercaban.
Puta mierda. Forcé la nave de manera manual rápidamente elevándome por los cielos, pero rápidamente fui alcanzada por otras naves, disparando en mi dirección.
De alguna forma me habían descubierto, mierda.
Esquive lo mejor que pude los disparos, pero al menos cinco naves me perseguían, y tanto así, como era excelente luchando, no lo era navegando. Me estaba acercando hacia la atmosfera cuando todo se movió de forma brusca, incluso tirándome lejos del asiento del copiloto. Mis oídos pitaban y apenas me puse de pie mientras la nave se movía sin control. Tire el volante con todas mis fuerzas, mis manos apretadas en él forzando a la nave para que tomara una nueva dirección y no terminara conmigo estrellándome.
Una vez estabilizada la nave, me dirigí inmediatamente fuera del planeta. Mi cabeza palpitaba cada vez más fuerte y docenas de luces rojas no dejaban de parpadear en el tablero indicando que uno de los motores de la nave había sido dañado y probablemente otras partes vitales de la nave. Y cuando creí que las cosas no podían ir peor, otra nave apareció detrás de mí.
Proyecte un mapa del territorio cercano, estaba en la parte más aislada de la galaxia, y el planeta más cercano estaba a mínimo doce horas. Tiempo con el cual no contaba. Visualice el mapa mucho más cerca evaluando mis opciones al mismo tiempo que mis entrañas se apretaban al ver mi única opción.
Cuadre mis hombros y levante mi muñeca activando las comunicaciones con mi familia en mi brazalete, mientras aun esquivaba las naves que ahora me disparaban. Unos segundos después, la voz de mi hermano Laokoon se escuchó.
—¡Ailbhe! ¿Dónde haz estado? Casi no podía creer que eras tú quien se estaba comunicando...–Su voz sonaba preocupada y me podía imaginar perfectamente su ceño fruncido y su labio inclinado de disgusto. Pero no tenía tiempo que perder.
—Voy a encender ahora mismo el rastreador, mi nave esta a punto de morir y me voy a lanzar a través de un aguje negro en el cuadrante T7.
—¡Mierda! No se te ocurra hacer algo así, aun no sabemos el alcance de los rastreadores... Intenta detenerte en alguna de las plataformas...
—Lo siento hermanito, no tengo otra opción. –Trague saliva mientras otro de los motores comenzaba a apagarse. –Asegúrate de encontrarme, tengo información importante.
Forzando los motores y apenas manteniéndome consciente me lance en dirección del agujero, rogando por que me llevara a un lugar seguro, y no me estrellara en alguna estrella volcánica.
Uh uhhhh... ¿se imaginan en que planeta aterrizara no?
Espero que estén disfrutando la historia!!! XOXOXOXO
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Capturada por Ailbhe
Roman d'amourKaya Sentía que había algo que faltaba en mi vida. Como si de alguna manera, una parte de mi no estuviera completa. Me encontraba constantemente anhelando ese algo. Pero definitivamente, una alienígena de dos metros estrellándose en mi patio, no er...