15. Someone to stay

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Capitulo 15:

Someone to stay
-Vancouver Sleep Clinic

-You were alone, left out in the cold
-Clinging to the ruin of your broken home
-Too lost and hurting to carry your load
-We all need someone to hold

-You've been fighting the memory, all on your own
-Nothing worsens, nothing grows
-I know how it feels being by yourself in the rain
-We al need someone to stay

...

Narra Ari...

Finalmente estaba llenando los papeles que ahora por mi propio criterio estaba acreditando que participaría en la presentación. No tengo idea de quién puso mi nombre en esa pizarra pero sospecho de Ama o Rivers, no lo sé.

Pero de alguna manera Sam tiene razón, debo de trabajar para enfrentar mis miedos. Y... bueno... quiero que sepa que por ella haré esto aunque no se lo diga, mi presentación tendrá su nombre.

¡Dios! ¡Quisiera poder gritarle en la cara que la amo! En cambio la tengo a un lado mío esperando a que termine de llenar estos papeles.

—Listo— Dije cuando finalice.

—Perfecto, de verdad Abril, cree en ti, hay muchas personas que ya lo hacen solo faltas tú— Dijo Ama dándome un abrazo, en señal de apoyo.

Sé que me apoya porque soy su alumna, que más que tener una relación alumno-maestro, podría atreverme a decir que es como mi hermana, una hermana que nunca tuve. Llevo años practicando este deporte y también llevo años conociendo a Ama, la quiero por obvias razones.

Finalizamos el abrazo y las tres salimos del estudio, Ama se dirigió a su auto y me quedé con Rivers en la entrada del mismo.

—¿Viste el mensaje que te deje?— Inicie la conversación cuando comenzamos a caminar.

—¿Mensaje?— Rebusco en sus bolsillos, al parecer no encontró nada en ninguno de ellos y pude notar su frustración al pegarse un manazo en la cara —Ahh, pendeja yo.

—¿Qué pasa?— Pregunté.

¿Habrá olvidado su celular en la casa de su novia? Joder. Mi cabeza se carcome sola.

—Bueno... ayer... no llegue a tu casa porque fui con unos amigos a un bar y bueno termino mal y terminé en casa de Molly, y con el celular perdido.

—Yo anoche te marque, me contestó...

—¿Mayichi no? Bueno supongo, ella es la mesera que atendía. La conoces de hecho, la has visto cuando vamos a tocar a ese bar.

¿La misma zorra que le coqueteaba?

—Cierto— Dije sin pensar.

—Mañana lo recogeré, mañana iremos a tocar y deje mi auto y mi celular entonces iré, ¿Me acompañas?

—Esta bien. ¿Entonces irás a casa?

—Si— La oí suspirar —¿Qué decía el mensaje?

—Era una invitación, mamá hizo lasaña para ti y quería que estuvieras para la cena.

GOLDEN HOUR | Rivari Donde viven las historias. Descúbrelo ahora