Marta (desesperada)

0 0 0
                                    

Otra chica está en el descansillo de la planta baja, hace poco que se mudó al edificio, el mismo edificio donde vive su abuela, ahora estaba con ella. Se dirige al ascensor, normalmente no lo usa, acostumbra a subir a pie por la escalera de madera cálida con esa fría barandilla de metal, pero hoy está demasiado agotada.

Presiona el botón para llamar al ascensor y se enciende la pequeña luz que indica que el ascensor está bajando, seguramente tardará un rato. Saca las cartas que ha cogido del buzón, las ojea un ratos y se da cuenta de que la mayoría son de los antiguos dueños, que aún no han tenido tiempo de cambiar la dirección en las facturas del agua, y el resto es propaganda de un restaurante de comida japonesa que han puesto en el barrio. En nada ya había llegado el ascensor.

Entra. Y le da al botón del quinto. El ascensor cierra sus puertas con un sonido un tanto extraño, seguro que dentro de poco se queda estancado, o se rompe, deberían ir con cuidado, piensa. A continuación, desvía la mirada hacia unas pegatinas que hay en la esquina del ascensor. "Última revisión 19/03, efectuada por Subiendo. Próxima revisión 19/09. Mantenemos tus ascensores para poder subir y bajar en cualquier momento de tu vida." Decía una pegatina roja con el dibujo de una persona con el uniforme de mantenimiento de esta empresa de ascensores. En la pegatina de al lado podía leer "Este ascensor pertenece a Subiendo en caso de cualquier avería le rogamos que llame al 900 400 522 le atenderemos encantados. Servicio 24hs.".

Ya lleva un buen rato y aún no ha llegado, se fija en los numeritos que aparecen en la pantalla... En el 4º, como puede ser, se pregunta. Si ella diría que le ha dado al 2º, se fija en la zona de los botones y ve que solo el botón del 5º piso está marcado. Ya se ha vuelto a equivocar, muchas veces, cuando sube al ascensor marca el botón del piso anterior, que rabia le da.

Esto solo tiene una solución, presiona todos los botones hasta que se resetean y se apagan, entonces aprieta el botón del 2º piso, y el ascensor baja, en un par de minutos está en su piso, se abren las puertas y sale. Madre mía, suerte que no usa el ascensor siempre, porque si tiene que perder tanto tiempo todos los días llegaría tarde siempre.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 21 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los sujetos que tengo por amigasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora