Cap 10

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Me levanté agitado del escritorio, Bill estaba parado en la puerta mirándome fijamente como si estuviera esperando alguna reacción de mi parte.

- ¿Dormiste bien?

- Algo.

- Te traje algo. - dijo soltando una sonrisa.

Hace mucho no lo veía sonreír, por lo que le hice una seña para que pasará dentro.

- ¿Qué te pasó ayer? - preguntó con un tono de intriga en sus ojos

- El estrés, supongo - odiaba estresarme porque tomaba el control y me convertía en algo que no era.

Ven, salgamos un rato.

- Está bien. - sonreí

Al llegar al lugar al que el me había invitado era un muelle, era bien lindo y solo dijo.

- Es romántico estar acá contigo. - me lo dijo mientras sostenía mi mano.

- ¿Por qué lo dices?

- Cualquier lugar es romántico con la persona correcta. - solo me soltó y empezó a correr por el muelle mientras lo seguía.

Al final llegamos a una cueva pequeña hecha por la corriente del agua al chocar con las rocas.

- Es lindo, ¿No?

- Lo es. - y solo le di una pequeña sonrisa, y antes de que yo me diera cuenta de su maleta sacó un mantel y un montón de cosas para un picnic.

Ese día comimos, disfrutamos de la brisa, y vimos el atardecer. Él acostado en mi hombro y yo acariciándole la cabeza.

A veces sentía que con él no pasaba el tiempo y solo nos divertíamos, en mi mundo solo existimos él y yo, nadie más, no necesitaba a nadie más.

Así pasamos toda la tarde y casi la noche, porque cuando nos dimos cuenta que ya era demasiado tarde él solo decidió pararse, ayudarme a parar, e irnos. Así fácil rápido y sencillo llegamos a casa, y lo único que me dijo fue:

- ¿Sabes por qué hago esto?

- No, ¿Hay una razón?

- ¿Te acuerdas del día cuando estabas emperradisimo?

- Si ¿Que tiene?

- Fui al hospital, de nuevo.

Me senté en el sofá y él me siguió.

- Ese día yo tenía una cita con mi doctor. - Siguió.

- ¿Estás bien? ¿Qué te dijeron?

Se quedó callado por unos segundos y se fue corriendo a la habitación, yo desde acá abajo oía sus sollozos, no era fácil para él y mucho menos para mí. Pero yo tenía en cuenta que si quería que él estuviese bien iba a hacer como si nada hubiese pasado y solo me quedaría a apoyarlo en silencio.

*****

Recuerdo que al dia siguiente me desperté temprano y le hice un poco de fruta picada sobre unos waffles que tenían una cara feliz. Se lo subí y me volví a acostar a su lado.

- Te amo - susurre en su oreja.

Me imaginé su «yo más» y le bese toda su carita, el se levantó y soltó un «buenos días» por lo bajo.

- Arréglate, te voy a llevar a un lugar.

- Bueno.

Cuando salió me deslumbró completamente, se veía demasiado bien con sus, vaqueros negros, camisa negra y los zapatos que tanto le gustaban. Se veía hermoso.

- Vamos.

- Si. - le sonreí.

Ese día caminamos, cuando Bill vio un centro de adopción de animales inmediatamente quiso entrar.

Y así es como llegó «Kam» a nuestras vidas, un perro demasiado lindo, con pelaje blanco y un par de manchitas negras por las orejas y el torso.

¿Puedo? // Toll TwcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora