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—¡No puedo olvidarte! Por más que lo intento parece que cada día te amo más, Ben, no puedo olvidarte...— sollozó y vio todo el castillo, sin evitarlo sintió un escalofrío. —déjame ayudarte, ¿si?
El chico sin poder evitarlo, dejó caer sus lágrimas y sollozó mientras se veía en el espejo. —Vete, por favor, no me hagas más difícil esto...
—Por favor... déjame ayudarte, ¿si? Te prometo que haré hasta lo imposible para que vuelvas a ser tu, ¿si?
Se vio al espejo —Yo ya no tengo remedio... no hay una rosa mágica que me salve como a mi padre, Mal... solo sálvate tu y vete.
—Pero quizás haya otra cosa, Ben, déjame ayudarte— suspiró y trató de abrir la puerta —sé que tiene remedio, ¿si? Pero estaré bien, se que no me harías daño.
—Solo vete... no quiero lastimarte... no puedo controlarme porque se esta acabando el tiempo...— suspiró.
La chica lo vio. —¿Qué?— preguntó asustada —¿De que hablas?— abrió la puerta con su magia.
El chico convertido en bestia se Volteó —¡Te dije que te fueras! ¡Y que no entraras!— gritó poniéndose a la defensiva.
Hizo un puchero y limpió sus lágrimas mientras se acercaba más a él. —¿Por qué estás así? Nunca fuiste así conmigo.
Retrocedió y gruñó más fuerte para tratar de alejarla. —Vete... no quiero lastimarte... ¡Vete!— rugió molesto —¡Sólo aléjate y sálvate! Merezco estar solo, tú lo dijiste.
Los ojos verdes de la chica se llenaron de lágrimas y corrió a abrazarlo —perdóname, estaba enojada, tú no mereces estar solo, ¿si? Perdóname por favor...
El chico, por más que trató de abrazarla no lo hizo por el miedo de poder lastimar a su amada con sus garras. —Vete... huye lejos de mi.
La chica negó. —No voy a huir, ya lo hice una vez, no volveré a hacerlo— suspiró al sentir que el chico no correspondió su abrazo —dime quien te hechizo, quizás pueda salvarte, ¿si?
—No lo sé... por favor... vete, huye lejos de mi y encuentra una buena vida— se separó de ella. —Vete.
La chica comenzó a llorar aunque no quería. —quiero estar contigo...— limpió sus lágrimas — aunque me cueste admitirlo aún te quiero y me duele verte así, déjame ayudarte... por favor, Ben
El chico cerró los ojos y sus lágrimas se mezclaron con su suave pelo —Vete... por favor.
Hizo un puchero y lo abrazó de nuevo —déjame ayudarte... sé que no eres malo... solo estas asustado.
El chico gruñó por lo bajo —no me hagas esto y vete, Mal.
Hizo un puchero triste —déjame ayudarte, por favor, no seas terco.
—No puedes ayudarme, vete...
—Si puedo... si puedo, dejame ayudarte— tomó su mano.
Gruñó para que lo soltara. —Fuera de aquí.
—¡Déjame ayudarte!— la chica alzó la voz —Ben, quiero hacerlo, ¿si? ¡Ya cállate y deja que te ayuden!
Gruñó enojado —No quiero... vete... ¡Largo! ¡Fuera de mi vista!
Hizo puchero y se limpió las lagrimas que se habían acumulado en sus ojos —¡Bien! Entonces nunca más me volveras a ver, ¡tampoco te brindaré mi ayuda!
El chico siguió viendo hacia otro lado y aprovechando que Mal no lo veía, dejó caer sus lágrimas —Eso es lo mejor, ya vete...
—¡No quiero irme, pero eres tan terco! tu no eras así.
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One Shots Beal 💙💜
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