El diablo no negocia /Tom Riddle

La despedida

8 de mayo de 1965

Narrador omnisciente 

Hoy era el entierro del cuerpo de Marlene Tom aun estaba devastado por la perdida de su esposa, los pequeños riddle solo se preguntaban donde estaba su madre, Atenea también estaba dolida por la muerte de Marlene pues era como una hermana para ella, Abraxas estaba aun sin creerlo su mejor amiga ya no estaba ahí y nadie podía hacer algo para cambiarlo.

En el entierro de Marlene, Atenea se encontraba de pie junto a Abraxas, su mirada perdida en el ataúd que descendía lentamente hacia la tierra. Su rostro, habitualmente sereno y distante, mostraba líneas de preocupación y tristeza. Había conocido a Marlene desde antes de que ella se convirtiera en la esposa de Tom Riddle, eran tan unidas desde pequeñas y el dolor por la pérdida de una mujer tan joven y prometedora la embargaba.

Atenea era una mujer de pocas palabras, pero su presencia imponente y su elegancia natural no pasaban desapercibidas. En ese momento, su mano apretaba levemente la de Abraxas, buscando consuelo en el contacto con su esposo. Sabía que Tom Riddle y Marlene habían tenido una relación intensa, aunque complicada, y eso añadía una capa de complejidad al dolor que sentía por la pérdida de su amiga, su hermana.

Observó en silencio cómo otros asistentes se acercaban para ofrecer sus condolencias a Tom Riddle, quien permanecía con una expresión serena en la ceremonia. Su mente divagaba entre los recuerdos de Marlene y las implicaciones que esta pérdida tendría para el futuro de todos ellos. Atenea comprendía que la muerte de Marlene no solo marcaba el fin de una vida, sino también el comienzo de cambios inevitables en el círculo íntimo al que pertenecían.

Abraxas, por su parte, mantenía una compostura firme pero afectuosa hacia su esposa. Conocía la naturaleza reservada de Atenea y respetaba su espacio emocional, aunque no podía evitar preocuparse por cómo este evento impactaría la dinámica entre Tom Riddle y el resto de la comunidad mágica. Era consciente de que los lazos que los unían a todos estaban en un delicado equilibrio, y la muerte de Marlene amenazaba con desestabilizarlo todo.

Mientras el sol se ponía lentamente sobre el cementerio, Atenea desvió su mirada del ataúd hacia el horizonte, reflexionando sobre el futuro incierto que les aguardaba a todos.

Atenea y Abraxas se marcharon para llegar con sus hijos y con los pequeños riddle, mientras Tom se quedo de pie frente a la Tumba de su amada hasta que todos se fueron, cuando estuvo solo tuvo la oportunidad de caer de rodillas frente a esa tumba donde estaba el cuerpo de su esposa, se pregunto por que tenia que haber muerto ella y no el por que no veía una vida sin ella a su lado, pero sabia que tenia que ser fuerte por que sus hijos lo esperaban, y ahora solo le quedaba descubrir la verdad de lo que paso esa noche y acabar con quien lo hiso.